- La iniciativa, liderada por el académico Fabián Castro y facilitada por el docente Dani Bravo, enriquece la formación inicial docente mediante prácticas pedagógicas contextualizadas, con foco en inclusión, diversidad y justicia social.
Veintiséis niños y niñas de quinto básico del Colegio Simón Bolívar de La Pintana visitaron la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE) para participar en una experiencia pedagógica desarrollada por estudiantes de Pedagogía en Física, en el marco de un proyecto de Vinculación con el Medio.
La iniciativa fue liderada por el académico Fabián Castro y, en esta oportunidad, facilitada por Dani Bravo, docente del Departamento de Formación Pedagógica e integrante del equipo del proyecto “Fortalecimiento del modelo de desarrollo de la comunidad de aprendizaje conformada por la UMCE y el Colegio Simón Bolívar”.
Según explicó profesor Bravo, la actividad abordó temáticas transversales presentes de manera habitual en el aula escolar, con el objetivo de construir experiencias pedagógicas significativas y pertinentes, tanto para el estudiantado universitario —cinco estudiantes de cuarto semestre de Pedagogía en Física— como para las y los estudiantes de enseñanza básica que participaron de la jornada.
“El objetivo es establecer una relación bidireccional, donde tanto la Universidad como el colegio puedan nutrirse mutuamente a partir de prácticas pedagógicas contextualizadas”, señaló Bravo.
La experiencia se desarrolló mediante un trabajo por estaciones, abordando temas como sustentabilidad, neurodivergencias, prevención del consumo de drogas, educación no sexista en ciencias, narcocultura y deserción escolar, todos vinculados a la diversidad y la inclusión.
Respecto de la bidireccionalidad del proyecto, el docente explicó que el diseño de la actividad se construyó a partir del diálogo previo con el profesor jefe del curso, Guillermo Sandoval, con el fin de identificar las necesidades específicas del grupo. “Desde ahí levantamos problemáticas relacionadas con temáticas transversales que afectan y están presentes en el curso”, indicó.
En esa línea, destacó que la experiencia busca co-desarrollar prácticas pedagógicas pertinentes y contextualizadas, orientadas a fortalecer aprendizajes significativos con foco en la justicia social, eje central del proyecto.
Guillermo Sandoval, profesor jefe del curso y docente de Educación Física del Colegio Simón Bolívar, valoró la experiencia señalando que “es interesante esta visita, sobre todo considerando el contexto de La Pintana, para que desde pequeños puedan visualizar la posibilidad de estar en la universidad. Traerlos acá, que vivan actividades reales, con estudiantes y profesores reales, no de maqueta, es muy significativo”.
Por su parte, Giovanna, psicóloga del área de Convivencia Escolar del establecimiento, destacó el impacto positivo de la actividad en las y los estudiantes: “Contribuye mucho, porque conocen otros lugares, otras realidades. Vuelven con otra energía, con otra visión al colegio. Salir de la rutina y del espacio cotidiano también les permite tomar aire y abrirse a nuevas experiencias”.
Temáticas transversales
Durante la jornada, las actividades fueron implementadas por estudiantes de Pedagogía en Física, entre ellas Laura Godoy y Sebastián Ahumada, quienes abordaron distintas temáticas transversales. Sebastián centró su trabajo en la hipersensibilidad, invitando a las y los estudiantes a imaginarla como un “superpoder” y reflexionar sobre cómo cuidar y acompañar a personas con estas características.
Laura Godoy, en tanto, desarrolló una serie de actividades vinculadas a la sustentabilidad. “Primero les expliqué el concepto a través de dibujos y preguntas, porque es una palabra compleja. Luego realizamos una actividad de clasificación de residuos, usando los colores del currículo nacional, donde debían ponerse de acuerdo entre ellos. Finalmente, trabajamos la huella ecológica a través de una dinámica corporal que les permitió reflexionar sobre acciones cotidianas sustentables y no sustentables”, explicó. Como cierre, entregó a cada participante una lenteja germinada como símbolo de cuidado y responsabilidad, vinculando la actividad con el huerto escolar del colegio, uno de sus sellos formativos.
