Nueve iniciativas fueron presentadas en una ceremonia programada especialmente para una muestra de proyectos comunitarios realizados por estudiantes de diferentes carreras de la UMCE, durante sus prácticas finales.
La actividad forma parte del primer año de implementación de un Modelo de Práctica Institucional -coherente al Modelo Educativo UMCE y la actualización curricular en sus carreras- que “fortalece la vinculación con el sistema de educación escolar, reportando beneficio no solo al profesional en formación, sino también en las aulas de los distintos centros educativos”, explicó el equipo de Coordinación Institucional de Prácticas, que encabeza Carmen Gloria Negrotti.
De hecho, la misma coordinadora recordó que el año 2016 se inició en la Universidad un proyecto que “permitió convocar un grupo de docentes de diferentes Facultades y carreras, quienes asumieron el desafío de diseñar un modelo de práctica. Así se inició un proceso de intenso trabajo, lleno de sueños, innovaciones y mejoras, llenos de ideales respecto de cómo llegar a ser agentes transformadores sociales en la escuela y cómo poder aportar así a una educación que ofreciera las mejores oportunidades de aprendizaje a niños y niñas, desde el nivel de educación parvularia a cuarto medio”. Un año después se reformularía el Modelo de Práctica para la UMCE, y se realizó el primer “piloto que permitió realizar ajustes y luego validar con expertos externos”, señaló.
Dentro de las innovaciones de este modelo, añadió la coordinadora “se declara la interrelación que se establece con las instituciones, donde es recomendable que se transite de ser un centro de práctica a un campus pedagógico. Un campus como un espacio de relación e interacción, donde la UMCE tiene presencia y participa cooperativamente apoyando a la escuela en la superación o mejora de alguna necesidad existente”.
Para ello, el grupo de estudiantes de la UMCE trabajó en equipo, liderados por un tutor nexo, cuyo rol es convertirse en “el eje articulador entre la universidad y los establecimientos”. Parte de su labor es apoyar a su equipo de estudiantes para dar respuesta a necesidades incluidas en los proyectos educativos o en los planes de mejora de cada establecimiento: “tras un diagnóstico de las necesidades y con mirada pedagógica de los jefes técnicos de cada comunidad, fueron cumpliendo con los objetivos propuestos”.
Contextos, condiciones, prioridades, exigencias y diversidad fueron algunos de los aspectos que definieron e hicieron único cada proyecto comunitario, cuya exposición contempló los principales logros, impacto y dificultades en la implementación de cada una de las propuestas.
Carmen Gloria felicitó las iniciativas generadas “por el espíritu de superación de situaciones complejas” y destacó el trabajo realizado por los profesores en formación: “cada una de las escuelas que aceptó y propició el proyecto comunitario hoy cuenta con un taller o con un espacio modificado, o con un recurso o una estrategia novedosa que en la memoria colectiva esperamos sea recordada”.
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Campus pedagógico |
Proyecto comunitario |
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Liceo República de Siria |
Recreos K-Chilupis |
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Colegio Altazor |
Yo vivo mi colegio en 100 palabras |
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Raimapu |
Jardines Colgantes |
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Liceo Bicentenario de Maipú |
Vocación: una proyección hacia el futuro |
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Liceo A5 UMCE |
Conociendo la diversidad cultural |
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Escuela Básica Salvador Sanfuentes |
Semana de las emociones |
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Liceo Augusto D’halmar |
Sembrando valores, cosechando identidad |
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Liceo Valentín Letelier |
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Colegio Francisci Encina |
Taller de primeros auxilios a nivel escolar |
