A partir de las 8:00 horas de este lunes se entregaron los resultados de la PSU en el sitio del Departamento de Evaluación, Medición y Registro Educacional (Demre). El vicepresidente del Consejo de Rectores, Aldo Valle, aseguró que los resultados de la PSU dejan en evidencia la inequidad del sistema escolar. La brecha se mantuvo este año entre los puntajes de alumnos de particulares pagados y municipales, lo que para Valle refleja la exclusión del modelo actual.
En conversación con Podría Ser Peor, Ana María Soto, coordinadora institucional del programa PACE de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE), ex Pedagógico, señaló que esta iniciativa permite facilitar una serie de estrategias que mandata el Estado para acompañar a los jóvenes de manera académica y en el ámbito de la orientación para que puedan pensar el mundo universitario como una alternativa para sus vidas.
“No estamos pensando sólo en que los jóvenes de los establecimientos vulnerables deban ir a la universidad, pero sí creemos que pueden apostar a la posibilidad de seguir estudios superiores en el nivel terciario. Se le llama una política de redistribución, tengo la impresión que estamos asumiendo que los resultados de estos jóvenes no tienen tanto que ver con sus capacidades como con las condiciones que han vivido”, aseveró.
Asimismo, agregó que se realiza una apuesta y que se generan cupos en 27 instituciones de educación superior para el 15% de estudiantes con mejor rendimiento y ranking de su propio establecimiento.
“Me duele la diferencia de puntaje entre comunas (…) tengo la impresión de que nosotros hace mucho tiempo creemos que sólo la PSU es un indicador que garantiza el éxito académico universitario, hay otros indicadores de éxito que tienen que ver con capacidades más personales por las que apuesta este programa”, manifestó.
Explicó que no es lo mismo un puntaje de 700 con 45 alumnos al interior de una sala, que uno con 23 estudiantes, ni tampoco un puntaje de 700 con un profesor que gane $1 millón, que una puntuación donde un docente perciba un salario menor.
“Estos mecanismos de estandarización tienen costos que son la vida de miles de jóvenes. Es un sistema que se piensa desde la perspectiva de puntajes, pero que no se piensa desde el sujeto”, arguyó,
“Me pregunto si es esa la educación que la sociedad chilena necesita o quiere, no lo tengo claro”, manifestó y aclaró que “a lo mejor en lo inmediato tenemos una gran brecha con al posibilidad de generar cambios más radicales, pero se comienzan a abrir algunas oportunidades lentamente”. También, agregó que no todos los contextos vulnerables son pobres. “No ha sido fácil pero cuando tú comienzas a instalar la visión de mundo que tienen estos chicos, varía completamente, tenemos la resistencia de muchas instituciones que todavía no creen que un joven que no tiene un gran puntaje en la PSU, tenga capacidades suficientes para ser parte del mundo universitario y convertirse en corto plazo en un profesional, eso es un drama”, puntualizó.
Fuente: Bío Bio Chile