En medio de la discusión sobre el proyecto de carrera docente no sólo los profesores tienen críticas a la iniciativa. En las universidades hay inquietud no sólo por los cambios en las exigencias para formar docentes, sino también por temas como las evaluaciones y los tramos de sueldo. La Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (Umce) tiene tradición en la formación de maestros.
El ministro de Educación señaló que habrá carreras de pedagogía que “van a tener que cerrar por inanición”, esto, porque eventualmente se quedarían sin alumnos al subir las exigencias. ¿Cree que es necesario menos escuelas?
Me parece que esto obedece a un intento por reivindicar y resignificar la profesión docente. Ha existido mucha desregulación a la fecha y eso ha incrementado el número de profesores formados en casas de estudios con muy diversas exigencias.
¿Cómo se está preparando la Umce para los cambios que traerá el proyecto?
Yo diría que la Umce no se está preparando para los cambios que trae el proyecto de carrera docente, la Umce tiene tradición en esto e intenta hacer bien lo que sabe hacer bien. Nosotros estamos haciendo observaciones al proyecto de ley.
Consideran que aumentar los puntajes de ingreso puede dejar fuera a alumnos vulnerables que no alcanzan altos puntajes, debido a las diferencias que tienen en la educación media respecto de otros de sectores más altos.
Estamos trabajando también con el ranking y con estudiantes vía propedéutico. Sin duda, aumentar los puntajes en regiones podría traer esas consecuencias. Nosotros tenemos buenos puntajes de ingreso.
¿Tienen reparos a la iniciativa?
Tenemos bastantes reparos en distintas dimensiones. La propuesta gubernamental está muy lejos de los anhelos de los profesores, pues se sostiene en la lógica neoliberal de favorecer la productividad expresada en la medición de pruebas estandarizadas. También el individualismo evidenciado en los beneficios económicos de los tramos de desarrollo profesional, lo cual generaría la competencia entre los integrantes de una misma comunidad escolar, en oposición al trabajo colaborativo, esencial al ámbito educacional.
¿Qué les parecen los tramos de sueldos?
Denota una mirada economicista que pone el énfasis en cálculos enrevesados, que provocará la desmotivación de los profesionales jóvenes y alejará a los estudiantes con vocación, además de favorecer la deserción de los profesionales noveles. La inspiración estandarizada que refleja, la concepción de una profesionalización docente basada en rendimientos y competencias promedio, más el hecho de fijar el salario a rendimientos promedio parecen atentar contra el principio básico de una educación de calidad.
¿Cómo debieran calcularse las remuneraciones?
Creemos que si la calidad educativa está asociada a la capacidad profesional para responder a diversos desafíos que supone la realidad en la que se desenvuelve un profesor, es improcedente que el salario quede sujeto a un promedio nacional que no contempla la diversidad del país. Por esta razón, abogamos más bien porque la carrera de un profesional de la educación contemple un salario justo, y que la calidad del profesor esté sujeta a la formación continua por la que debe velar la institución universitaria. Nos parece que este principio responde con coherencia a la calidad educativa que el país busca y a la dignidad de la profesión docente.
¿Ustedes han sido considerados en la elaboración del proyecto?
Como integrantes de la única institución de educación superior, estatal y pública, dedicada históricamente a la formación de profesores, rechazamos categóricamente que este proyecto no contemple la participación efectiva de quienes otorgan la primera y más importante acreditación para ejercer la enseñanza: el grado académico y el título profesional de profesor. Los formadores de profesores no hemos sido consultados respecto de los criterios adoptados para la evaluación docente que se propone, ni sobre la modalidad de su implementación, lo que afecta la responsabilidad social que nos compete y la obligación de aportar a los procesos de mejoramiento de la calidad en la educación.
¿Cómo ven la extensa movilización del gremio?
Nos preocupa la situación de descontento y falta de diálogo entre el gobierno y los profesores. Abogamos porque se valore la participación de los actores claves involucrados en el proyecto, para una pronta solución al conflicto.
Hay Ues. que han planteado que el proyecto debería retirarse, ¿ustedes qué piensan?
Creemos que debiese retirarse y entrar en diálogo con todos los actores del sistema. El proyecto es necesario, pero no de la forma en que está planteado.
Hay rectores que han advertido que podría haber regiones que se quedarían sin escuelas de pedagogía, ¿eso se ha hablado en el consejo de decanos?
Hemos estado analizando con preocupación los cierres de algunas carreras de Pedagogía, como por ejemplo en la Universidad de Magallanes y otras del extremo norte. Esto vinculado a los puntajes mínimos para postular a carreras de Pedagogía en las universidades del Cruch.
Fuente: Diario La Tercera
