Entre el 16 y el 27 de abril se desarrolla en aulas universitarias una segunda fase del proyecto piloto de la “Cátedra Indígena en modalidad innovadora para la formación de docentes y kinesiólogos”, que forma parte del convenio institucional entre la UMCE y la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (CONADI): Diseño, instalación e implementación de proceso de educación intercultural en las carreras de la UMCE.
Así lo dio a conocer la coordinadora académica de dicho proyecto, Nolfa Ibáñez, quien detalló que para este año han sido comprometidos cerca de 105 bloques de clase, en las cuatro Facultades –veinte más que en la versión 2017-.
El principal objetivo, sostuvo Nolfa Ibáñez, es “contribuir a la comprensión y valoración de una cultura distinta a la dominante o mayor por parte de nuestros estudiantes y docentes, a partir del conocimiento de modos distintos de hacer las cosas y de construir conocimiento”. La propuesta “se articula con el nuevo Modelo Educativo, el Plan de Mejoramiento Institucional (PMI), objetivos estratégicos institucionales y la política de Inclusión y temáticas transversales en la que actualmente se trabaja en la institución”, contextualizó.
La iniciativa fue diseñada a partir de resultados de una larga línea de investigación, e involucra en esta primera etapa “la interacción directa de profesores y estudiantes con profesores y educadores tradicionales mapuche, residentes en comunidades del sur del país y en ejercicio en escuelas con mayoría de estudiantes indígenas, quienes impartirán una unidad o sub unidad de interculturalidad (2 o 3 bloques en la misma semana del semestre académico) en aquellos cursos y asignaturas cuyos profesores se interesen en incluirla de manera voluntaria”.
Los cursos son impartidos por profesores y educadores tradicionales, a quienes se sumarán egresados UMCE, encargados de acompañar a los educadores, realizar el registro y las entrevistas posteriores, que permitirán obtener los datos para el análisis posterior, puntualizó la investigadora: “ellos han participado en varias sesiones de capacitación a cargo de una antropóloga externa parte del equipo de investigación”.
La primera versión fue muy bien evaluada, acotó, y los resultados fueron sistematizados para optimizar la experiencia en la segunda y ampliarlo a otras Facultades de la Universidad. Para una próxima etapa se proyecta “incluir la cultura aymara, para posibilitar la instalación efectiva de la interculturalidad en la formación docente y de kinesiólogos en nuestra Universidad”.
