“Derribando barreras en la educación superior” fue el nombre del panel en el que participó la UMCE, a través de la educadora diferencial de la Central de Recursos Pedagógicos para la Inclusión, Catalina Román, durante la Conferencia Zero Project Latinoamérica 2024, que reunió más de 80 expositores de todo el mundo.
Esta conferencia es organizada de manera conjunta por Fundación Descúbreme, Zero Project y el Grupo Social ONCE, para visibilizar y discutir en torno a la educación inclusiva, tecnologías accesibles, estrategias empresariales de diversidad e inclusión laboral.
Magíster en Educación Inclusiva y especialista en trastornos de la visión, inclusión social y escolar de personas con discapacidad, Catalina Román trabaja desde el año 2017 en el diseño, implementación y evaluación de ajustes razonables que garantizan la accesibilidad de las personas con discapacidad.
Durante el panel, comentó, fueron presentadas “diferentes acciones, programas, iniciativas en educación superior en relación directa con personas con discapacidad. Yo fui a presentar la CREPPI como la central que tiene la UMCE a cargo de las personas con discapacidad: su organización, sus acciones principales, los logros que hemos tenido, etcétera”.
“Destaqué principalmente el capital humano que tiene. Eso es lo que nos diferencia grandemente de los tremendos programas que tienen otras universidades. Nosotros hacemos acompañamiento académico semanal a nuestros estudiantes con discapacidad, pero los vemos no sólo desde el estudiantado, sino que ahora como parte de la comunidad también”, agregó.
Recordó a su vez que la CREPPI hace “su acompañamiento en bloques protegidos para ese estudiante, donde él o ella misma reporta las necesidades o requerimientos que va teniendo en su formación como profesor. A partir de los requerimientos que reporte, como CREPPI diseañamos un modelo de acompañamiento académico, nos comunicamos con su Dirección, con sus profesores y profesoras y empezamos a acordar los ajustes razonables”.
Ese trabajo, señaló, “tan individual, personalizado y sistemático, no lo vi en otras instituciones. Además, se extiende hasta su titulación. Dura toda la carrera. Esto, a pesar de que la CREPPI sigue siendo un esfuerzo departamental que da cobertura a la institución., y que nos falta estar a la vanguardia con las tecnologías de accesibilidad”.
Haber participado en este encuentro, concluyó, permitió “visibilizar el tipo de acompañamiento a pesar de la escasez de recursos, que hace dignificar al estudiante con discapacidad en educación superior desde la validación de sus derechos. Además, evidencia que seguimos siendo una Universidad que tiene tanto conocimiento individual en sus estudiantes, que hace un seguimiento y fortalece aún más todas sus acciones de accesibilidad ¿Y por qué esto es importante? Porque también aprendemos de otros y también visibilizamos nuestras necesidades para verlas desde ahí como una oportunidad”.
