Fabiola Peralta fue una de las talleristas que integró la exitosa I Jornada de Actualización 2023: “Formando profesionales que transforman el país”, realizada en mayo en la UMCE. Ella es profesora de Matemática y Tecnología, ingresó en el año 2012: “Iba a estudiar Educación Diferencial. No tenía muchas habilidades en matemática. Estudié eso porque mi mamá es profesora y me dijo que era la mejor decisión. Así ingresé. Al tercer año, debía elegir una mención y opté por la de tecnología y creo que eso cambió todo. Hoy mi título es muy valorado en el mundo laboral y somos muy pocos los que lo tenemos”.
En la mención de Tecnología, “la Universidad abrió una beca para asistir a un seminario de Scratch”, un lenguaje de programación creado por el MIT y especialmente diseñado para que todo el mundo pueda iniciarse en el mundo de la programación. “Yo entonces no tenía conocimientos. Muy pocos postulamos y todos quedamos”.
“Tuve un ramo de Informática en Scratch, en el que hacían una gran competencia. Gané el premio: era una beca, esta vez para estudiar Scratch. Así entré a este mundo y no salí más. Agradezco mucho a la Universidad esa posibilidad, porque entonces yo ya tenía un hijo, no tenía recursos y la Universidad abrió estas becas. Gracias a eso y al Laboratorio de Tecnología del profesor del Departamento de Física Jonnhatan García, entré al área”.
La mención de Tecnología es liderada por el profesor García, quien entonces venía llegando de España, donde profundizó conocimientos en torno a Arduino, una plataforma que permite el desarrollo de prototipos de alta tecnología. “Al volver, lo encuentro formando la primera generación de esta mención en el 2016. Tomé con él porque me atrasé un año debido al embarazo de mi hijo Antonio. El profesor García llegó con esta nueva tecnología a su asignatura de Robótica y ahí se me abrió el mundo. Luego hice mi tesis en robótica y como en Chile somos muy pocos lo que hacemos robótica encontré a la empresa Neoeduca. Fui como tesista y me dijeron que necesitaban que trabajara para ellos por los conocimientos adquiridos en la Universidad. Siempre he sentido que la mención de tecnología y sus asignaturas entregaron un conocimiento muy elevado”.
En Neoduca “me enseñaron todo lo que en otros lugares no se estaba impartiendo. Era una empresa que creaba academias de robótica a lo largo de Chile, en La Serena, Puerto Montt, Chiloé, capacitando a docentes y estudiantes. Ahí estuve un año”. Defendió su tesis durante la pandemia, de manera remota. Después entró a trabajar en su antigua escuela, en Calera de Tango, donde llegó por primera vez a implementar robótica en el colegio, como coordinadora de Innovación Educacional. Así pasó de la empresa a una coordinación en un colegio. “Luego de 5 años, acabo de renunciar para irme al colegio Pedro de Valdivia, para instalar el primer laboratorio de robótica en la Red de Colegios Pedro de Valdivia”.
En paralelo realizó dos diplomados en Aprendizajes Basados en Proyectos, interdisciplinarios: “La educación ahora viene con un cambio que involucra interdisciplinariedad y creo que ahí está la clave”, aseguró. Así llegó a un proyecto que logró implementar ese cruce para enseñar geometría a niños, niñas y jóvenes usando robots programables: “a través de la problematización, planteamos que los estudiantes no conocían el barrio de su escuela. Eran estudiantes que llegaban en auto, en una cuadra distinta a una de Santiago, entonces aplicamos geometría recorriendo la manzana de nuestro barrio. Imprimimos el mapa y descubrimos la figura geométrica que formaba ese barrio. Creamos un robot que recorría la manzana, pero para hacerlo el algoritmo de programación del robot llegaba a tal nivel de complejidad que sin darnos cuenta estábamos estudiando ángulos. Porque la programación dependía de qué figura geométrica trabajaban, con lados iguales congruentes o no congruentes, ángulos externos y funciona. El robot no lanza fuego, pero con algo muy simple, como el movimiento del robot, que es algo que se aprende desde un principio en robótica hace un gancho con, por ejemplo: física y fuerza de roce, ángulos, polígonos”.
Este proyecto, concluyó, “lo he implementado en séptimo básico y en tercero medio y en ambos ha sido igual de satisfactorio. Los chicos se preguntan: qué figura es esta, cómo es el ángulo externo y comenzamos ciertas conclusiones a partir de ese debate. Terminamos el proyecto con un recorrido del robot a toda la manzana”.