Desde el pasado 15 de abril, la recientemente creada Oficina de Género y Sexualidades de la UMCE es encabezada por Angélica Marín Díaz, psicóloga, magister en políticas sociales y gestión local, terapeuta familiar, diplomada en género y políticas públicas, violencia intrafamiliar, maltrato y abuso infantil, sexualidad, explotación sexual y participación.
Junto al rector Jaime Espinosa realizaron, el pasado 8 de mayo, una de las primeras socializaciones del “Protocolo de actuación contra el acoso sexual, acoso laboral de connotación sexual y discriminación arbitraria”, con la que la máxima autoridad anunció el pleno funcionamiento de esta Oficina, “para el desarrollo de ésta y otras acciones que permitan avanzar en la igualdad de género”.
Su llegada concluía y consolidaba el trabajo de una comisión de diseño, que durante el segundo semestre del 2018 propició iniciativas y actividades que darían origen a esta unidad, que hoy concentra sus esfuerzos en la difusión del protocolo, el acompañamiento a personas afectadas, así como la elaboración de un diagnóstico sobre los principales problemas que dificultan la igualdad de género en cada uno de los estamentos de la comunidad universitaria y propuestas de solución, a partir de cuyos resultados propondrá un plan de trabajo.
“Me incorporé a la UMCE pensando que puedo aprender del espacio universitario con la idea de aportar mi experiencia en violencia de género de 25 años trabajando en el tema. He realizado docencia en otras universidades en las áreas de psicología, gestión de educación social, orientación familiar y pedagogía, así como a nivel de postgrado en Políticas Públicas y Gestión Local. También he trabajado en políticas públicas, en las áreas de género, violencia y vulneraciones de derechos, en Municipalidades, en el Área de Protección de Derechos del Sename y en la jefatura Nacional del Área de Violencia en el Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género. Me pareció una iniciativa novedosa, donde puedo poner mi experiencia al servicio del trabajo que está desarrollándose”.
Desde el año 2015, añadió, “la UMCE trabaja en la inclusión de políticas de género, que el Modelo Educativo también plantea y que el año 2017 integra las políticas de la Oficina de Transversalidad y que el 2018, con el movimiento interno de las estudiantes, en el que una de las demandas era contar con protocolos de actuación en casos de violencia y acoso sexual y contar con políticas de género al interior de la Universidad”.
“Al llegar me sorprendió gratamente con que tenían avanzada la institucionalización de la Oficina y el protocolo. Me corresponde dar continuidad a un plan de trabajo que incluye el desarrollo de un diagnóstico acerca de las relaciones de género en los tres estamentos y a partir de eso elaborar un plan de acción”, agregó la secretaria ejecutiva.
En esta primera etapa, detalló, han puesto en marcha diversas estrategias para difundir el protocolo: con consejeros y consejeras estudiantiles, Direcciones, en carreras, en talleres para asignaturas, Departamentos y Facultades, así como con profesionales de unidades especializadas, como el Centro de Acompañamiento, el programa PACE, la Central de Recursos Pedagógicos para la Inclusión, entre otros: “como el protocolo fue construido participativamente, tenemos que seguir con ese espíritu de que se difunda en la medida que los propios miembros de la comunidad vean cómo lo pueden hacer propio. Para ello hemos programado una serie de jornadas participativas con equipos académicos para identificar con ellos las estrategias particulares, así como las fórmulas”. En paralelo, trabajan en red con otras instituciones, entre ellas con la Universidad de Valparaíso, con cuyas especialistas compartieron metodologías, reflexiones y aprendizajes de la elaboración y difusión de un Diagnóstico de la Relaciones de Género en las comunidades universitarias.
También a esta Oficina le corresponde realizar seguimiento a aquellos acuerdos comprometidos por la mesa de diálogo entre las autoridades de la Universidad y la asamblea feminista y el círculo de disidencias sexuales, “por lo que ahí también hay un trabajo interesante, que se articulará con el conjunto de la comunidad: Dirección de Docencia, Jurídico, Formación Pedagógica, Planificación, Unidad de Gestión Curricular, Dirección de Asuntos Estudiantiles, entre otros”.
Además, se han hecho cargo del acompañamiento de personas que están viviendo acoso sexual, de recibirlas, hacer seguimiento y revisar cuerpos normativos internos de la Universidad. A su vez, han planteado el apoyo al área de formación, que por ahora contempla la revisión curricular, para ver “cómo se ha incorporado la perspectiva de género y qué avances se pueden realizar” e identificar necesidades e instancias especializadas para formación docente y recursos humanos. Angélica recordó además que está en conformación un consejo asesor para esta oficina, de carácter triestamental, integrado por 3 estudiantes, 2 académicos y 2 administrativos: “ellos irán acompañando el desarrollo de la oficina y serán contrapunto para apoyar en la aprobación de una próxima política de género”, concluyó.
