Connotación positiva hacia la diversidad, comprensión de las diferencias y características individuales fueron parte de las percepciones de niños y niñas de primer y segundo básico respecto de la inclusión en el aula, incluidas en los resultados de una reciente investigación que Sofía Minaya Toro, profesora de Educación básica con mención en Primer Ciclo, realizó en el marco de su tesis para optar al grado de Magister en Educación, mención en Curriculum en la UMCE.
En la actualidad, contextualiza la investigadora, la educación de nuestro país está viviendo modificaciones, una de ellas es la Ley de Inclusión, que contempla la participación de estudiantes diversos en los establecimientos educacionales.
Esta investigación, agrega, busca conocer las percepciones de los(as) niños y niñas sobre la inclusión en el aula, en un estudio que también incluyó una revisión bibliográfica de las leyes de educación e inclusión de nuestro país y de las investigaciones existentes sobre este mismo tema.
Según la autora, se han realizado algunas investigaciones para conocer la participación y percepción de los docentes que trabajan en aulas inclusivas. Sin embargo, no se ha considerado lo que piensan los estudiantes insertos en el sistema educativo. Es por esto que, la presente investigación tiene como objetivo comprender las percepciones de los(as) niños y niñas(as) de 1° y 2° básico sobre la inclusión en el aula de un colegio particular de Ñuñoa”.
Este estudio se realizó dentro del paradigma cualitativo. Las técnicas para el levantamiento de información fueron grupos focales y actividades de dibujos. Finalmente, se realizó un análisis descriptivo e interpretativo de los relatos y las representaciones gráficas para dar respuesta a las preguntas y objetivos planteados.
Resultados
Entre las conclusiones, señala que niños y niñas de primero y segundo básico perciben de forma positiva los cambios impulsados por el MINEDUC (2016), puesto que la diversidad en el aula es algo cotidiano. Sobre su experiencia en el aula inclusiva, destacan que todos son diferentes, que poseen particularidades que los(as) hacen únicos, que deben jugar y llevarse bien sin importar las características de cada uno(a), si vienen de otro país, si le gustan cosas diferentes, si habla con palabras que no conocemos, si son más lentos o rápidos para hacer las actividades en clases o aprenden con más apoyo de la profesora.
Para los escolares, puntualiza, “la diversidad es algo positivo, ya que les gusta compartir con diferentes compañeros y compañeras en especial a los que vienen de otros países, (…) está muy relacionada con la interculturalidad”.
Además, les gusta jugar y compartir sin importar las diferencias: “tienen relaciones positivas entre ellos(as), juegan en los recreos, se ayudan cuando lo necesitan en clases, se defienden si alguno molesta a otro(a), comparten la colación y sus materiales, acompañan al que se cae o tiene un accidente para llevarlo a la enfermería”.
A partir de estas percepciones puede afirmar que “poseen una cultura inclusiva, puesto que su contexto escolar y familiar les ha promovido valores como la tolerancia, el respeto, la amistad, solidaridad, compromiso con sus compañeros y compañeras, destacan las buenas relaciones que tienen con sus pares y que comprenden las diferencias y características individuales. También se puede inferir según sus relatos y dibujos que los(as) docentes en sus prácticas aplican los principios de la inclusión en el aula, es decir, realizan atención diferenciada considerando las características individuales de sus estudiantes, fomentan la autonomía y el trabajo colaborativo”.
Sobre las políticas inclusivas, concluyó, “no poseen mayor conocimiento, si bien destacaron conocer los reglamentos del colegio que señalan cómo deben comportarse y que deben compartir y jugar sin pelear entre todos(as) los compañeros(as) sin importar el curso al que pertenezcan”.
