Doce académicos UMCE integran –desde agosto- los equipos de trabajo para la elaboración de Estándares Pedagógicos y Disciplinarios para la Formación Inicial Docente, proceso liderado por el Centro de Perfeccionamiento, Experimentación e Investigaciones Pedagógicas (CPEIP) en el marco de la implementación de la ley 20.903 que crea el Sistema de Desarrollo Profesional Docente.
Así lo anunció la vicerrectora académica de la UMCE, Erika Castillo, luego que la coordinadora del Área de Formación Inicial de Docentes del CPEIP, Alejandra Silva, diera a conocer la nómina de integrantes de diferentes comisiones, conformadas “con la presencia de distintos actores, como académicos, representantes del mundo escolar, y del Ministerio de Educación, considerando los principios fundamentales de participación y representatividad. En este sentido, la conformación de los integrantes del equipo elaborador responde a criterios de diversidad, representación territorial, trayectoria, experiencia y género, entre otros”, según da cuenta el ORD. INT 057.
Estos nuevos estándares serán “marco de referencia para la elaboración de la Prueba Nacional Diagnóstica elaborada y aplicada por el MINEDUC a estudiantes de pedagogía como requisito para la obtención del título profesional. Además de plantearse como referente para la creación de criterios para procesos de acreditación de carreras y programas de pedagogía por parte de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA)”, informó el documento.
El rediseño es coordinado por tres universidades: Católica de Chile, Austral y Alberto Hurtado, casas de estudio que por concurso se adjudicaron la confección de 22 estándares para la formación inicial docente, y que amplió su acción a través de una convocatoria a especialistas de otras instituciones por “su destacada trayectoria en el ámbito de su disciplina”.
Los académicos integrados a este proceso de construcción son: Irene Cabrera, Mauricio González, María Delia Martínez, Graciela Muñoz, Eduardo Carrasco, Daniel Plaza, Ramón Espinoza, Patricia Raquimán, Cristián Benavente, Freddy Chávez, Jorge Rodríguez y Elba Acevedo.
Consultada sobre la relevancia de este nombramiento, Irene Cabrera, secretaria académica de Educación Diferencial, y miembro del equipo de Estándares Pedagógicos para carreras de Pedagogía en Educación Especial, señaló que “estar presente en esta comisión es un reconocimiento explícito, dada nuestra trayectoria en la educación docente de formación especial. Creo que hay conciencia de que la UMCE ‘no puede no estar’”. Agregó que si bien son “elementos que de manera básica unifican la formación inicial de docentes, en este caso de educación especial, se entiende que las instituciones formadores debemos contribuir sobre ellos en lo más amplio, con el sello que cada universidad le otorga a la formación de profesores en este ámbito”.
Eduardo Carrasco, de Educación Básica, e integrante de la comisión de Estándares Disciplinarios de Matemática para carreras de Pedagogía en Educación Media, fue enfático en señalar: “la responsabilidad de la UMCE es construir saber a través de nuestras investigaciones. Ese saber lo ponemos en circulación enseñando a los futuros profesores las herramientas para que logren los mejores aprendizajes y también tenemos que estar en la toma de decisiones de las políticas. Ahí podemos poner realmente ideas para que el sistema cambie. Nuestra acción como Universidad es jugarse por mejorar el país, y en ese sentido, que nos instalemos en la discusión generando el estándar de los profesores de matemática nos permite avanzar en el desarrollo de políticas, lo cual es basal a la función estatal”, aseguró.
Estamos en un momento, añadió, “en que la sociedad nos está pidiendo cuentas de calidad y espera que de una u otra manera certifiquemos ello. Los estándares quitan la completa libertad al mercado, regulándolo y poniendo un piso, el mínimo que debe cumplir un profesional, y que por la responsabilidad social que implica su formación, debe estar certificado por mandato legal”. Sobre su contribución, indicó que espera “instalar algunas ideas basales. Como investigador siento que debe desplazarse un poco el foco hacia la actividad, más allá del concepto, para adquirir la herramienta. La matemática debe avanzar, no en la potencia del concepto, sino en qué soy capaz de hacer con ella, es decir, preguntarnos ¿qué me resuelve un concepto?. Cuando la clase de matemática está lejos de la cotidianidad o de situaciones fuera del aula, nunca aparecerá la experiencia matemática como cercana para el estudiante”.
En cuanto a la forma de trabajo, Irene Cabrera señaló que abren “la discusión sobre un tema muy específico en pequeños grupos. El resultado va a un documento que va consolidando los avances. Tenemos que tener un producto, como primer borrador, en estas semanas”. Esto, porque como representante de las diez universidades del CRUCH, va a compartirlas con otras casas de estudio, donde van a “recoger opiniones de diferentes actores, para luego hacer las reformulaciones necesarias. Lo mismo harán las universidades privadas como consulta a las bases, y que fue un requisito que pusimos”. Para enero está programado alcanzar un documento final, dijo.
A su vez, la comisión de Matemática debiera culminar en diciembre con una primera versión: “falta que se incorporen profesores del sistema a la comisión. Una vez que lleguemos a ese documento, el CPEIP lo va a validar con expertos y gente del sistema. Luego, se zanjará y se llegará a una propuesta final”, que finalmente será aprobada por el Consejo Nacional de Educación.
