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Miércoles, 01 Julio 2015 00:00

Declaración pública del Consejo Académico de la UMCE sobre el Proyecto de Ley de Carrera Docente Destacado

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El Consejo Académico de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE), en sesión extraordinaria del 26 de junio de 2015, acordó por mayoría, expresar los siguientes planteamientos respecto del Proyecto de Ley de Carrera Docente, actualmente en trámite legislativo en la Cámara de Diputados y a cuyo debate se desea aportar constructivamente:

1.- El propósito de una Ley de ‘Carrera docente’ debe tener como objetivo instalar las bases de una estructura que rija el ingreso, el avance o desarrollo, la permanencia y salida digna de los profesores del sistema educacional/escolar chileno. El contexto de esta iniciativa debe concebirse dentro de un concepto de educación centrada en el ser humano, posicionando y favoreciendo una cultura abierta y democrática, de respeto al pluralismo ideológico y el reconocimiento del otro, la democracia como sistema político y los derechos de las personas, para promover el desarrollo integral y equitativo de la sociedad en su conjunto.

2.- Una Universidad como la nuestra desarrolla en el área de las ‘Prácticas’ la implementación de una formación altamente integrada y que ha sido considerada exitosa en la Formación Inicial y Continua del profesorado, basada en la retroalimentación recíproca entre el saber disciplinar y el saber pedagógico.

3.- Como Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación promovemos un Proceso de Inducción a la vida laboral que establezca condiciones de continuidad entre las universidades formadoras de profesores/as y las comunidades educativas, como una manera de retroalimentar el necesario diálogo entre la formación y la profesión docente ejercida en el sistema nacional. Para ello, la actividad de acompañamiento debe ejercerse respetando la singularidad de cada profesional joven y también la singularidad cultural de cada establecimiento.

4.- La única certificación para un profesor/a es el título y el grado entregado por una casa de estudios formadora acreditada; por lo tanto, no reconocemos otros procesos de certificación. El profesor/a como profesional debe ingresar al sistema escolar bajo concurso público y contar con una renta base mensual de al menos $1.200.000 (un millón doscientos mil pesos) la que con seguridad tendrá el efecto de atraer a los mejores estudiantes para estudiar carreras de Pedagogía.

5.- La verdadera “calidad” de los profesores debiera evaluarse en virtud de los procesos de enseñanza-aprendizaje que ese profesional desarrolla, en concordancia con la diversidad de espacios y de las complejidades sociales de las regiones del país; ello constituye una Comunidad de Aprendizaje, que pone el énfasis en el trabajo colaborativo, el aprendizaje con los otros y desde los otros, ya que todos poseemos potencialidades que podemos desarrollar en la comunidad del proyecto educacional. Las fortalezas individuales interactúan sinérgicamente para el aprendizaje de todos, ya que en el proceso educativo se comparten experiencias. Como hoy en día el desarrollo, la cantidad y calidad del conocimiento son prácticamente infinitas, se desarrollan diferentes formas de aprendizaje individual y colectivo. La disminución sustantiva de horas de docencia directa en el aula, poder contar con más tiempo y autonomía para el diseño de material educativo y dedicación a la preparación de clases; desarrollar procesos evaluativos que reconozcan la acción con la comunidad escolar y su entorno, valorando el trabajo colaborativo, constituyen los ejes fundamentales de la labor docente, por sobre las acciones de desempeño individual competitivo.

6.- Por lo anteriormente dicho, es fundamental considerar una disminución sustantiva de horas de docencia directa por parte de los docentes en el aula; postulamos que el 50% del tiempo debe ser para realizar clases lectivas y el otro 50% para el diseño de material educativo, preparación de clases y tiempo dedicado a la propia autoformación, entendida como una labor comunitaria. También propugnamos una menor cantidad de alumnos por curso cuyo número ideal debiera ser 20 para desarrollar un trabajo pedagógico óptimo.

7.- Como integrantes de la comunidad académica de la única Institución de Educación Superior, estatal y pública, dedicada históricamente a la formación de profesores, rechazamos categóricamente que este Proyecto no contemple la participación efectiva de quienes otorgan la primera y más importante acreditación para ejercer la enseñanza: el Grado Académico de Licenciado en Educación y el Título Profesional de Profesor.



 

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