La estudiante de Educación Básica de la UMCE Cecilia Bozo Ávila fue favorecida con la versión 2017 de la Beca Ginebra, iniciativa que lidera la Asociación de Chilenos Residentes en esa ciudad de Suiza (ACRG). El beneficio fue entregado en dependencias de la UMCE por la representante de la agrupación, Gloria Kirberg – hija del ex rector de la Universidad Técnica del Estado, elegido en dos ocasiones por claustro pleno de profesores, estudiantes y funcionarios (1969 y 1972) y detenido en 1973 durante dos años en condición de preso político en Isla Dawson- quien fue recibida por el rector de la UMCE, Jaime Espinosa.
La autoridad universitaria expresó su alegría por la entrega de la beca y su gratitud a los benefactores. A su vez, agradeció “el trabajo de Bienestar Estudiantil, responsable y riguroso, para elegir al estudiante beneficiado”.
El apoyo económico - de 600 francos ($ 376.800)- se entrega anualmente, desde 2003, gracias a la colaboración de un grupo de 35 chilenos residentes en Ginebra. Está dirigido a “jóvenes de provincia, que tengan una situación económica delicada, que provenga de la educación pública, y que estudie Educación Física porque pensamos que a través de profesionales del deporte podremos sacar más jóvenes de la droga. Apostamos a la misión que ustedes tienen porque van a trabajar con jóvenes en el deporte y es ahí donde creemos que está la labor”, aseguró Gloria Kirberg.
Este benefició, agregó, surgió a partir de un grupo de miembros de la Asociación de Chilenos Residentes en Ginebra (ACRG): “la solidaridad es uno de los principios fundadores y una preocupación prioritaria y constante de la ACRG. Durante los 17 años de dictadura, la principal actividad del exilio chileno consistió en apoyar la lucha en contra del régimen militar. La ACRG recogió esta experiencia adaptándola a la nueva situación política que se vive en Chile desde los fines de la dictadura”, señalan sus asociados.
Al llegar la democracia, dijo Gloria, “la mayoría exiliados, empezamos a pensar cómo ayudarnos y hacer algo original (…). Vimos que era mejor ayudar directamente a los estudiantes. Pedimos que venga de provincia porque en Suiza podemos darnos cuenta de las dificultades de sobrevivir fuera de casa. No pedimos grandes puntajes, sino situación precaria. En otros lugares priorizamos otro tipo de valores”, señaló.
La representante de ACRG también compartió la forma en que los asociados recaudan fondos: “ustedes no van a creer cómo reunimos este dinero: cada vez que hay una fiesta, una posibilidad de instalar un stand, llegamos y vendemos completos y empanadas, de la manera más rústica que pudieran imaginar. Aprovechamos esas oportunidades y nos pasamos el sábado y domingo amasando, estirando y haciendo pino. Las casas huelen a cebolla. Pero nosotros pensamos en estas becas y en los otros proyectos sociales que tenemos y seguimos adelante”.
A través de El Canillita (http://www.elcanillita.ch) comparten estas y otras anécdotas e historias de los beneficiarios: “es una forma de motivar a que la gente siga amasando y picando cebolla. La gente lee y escucha las historias y se comprometen con turnos. Esto lo hemos realizado por 27 años. Hacemos todo esto y necesitamos sus historias y sus cartas para alimentar nuestra revista y que sigan colaborando”.