‘Promeseros Danzantes’ es el nombre de la exposición colectiva que reúne el trabajo realizado durante la III Residencia La Tirana (2016 – 2017), proyecto coordinado por las académicas del Departamento de Artes Visuales de la UMCE Marianella Núñez y María Elena Retamal, y en la que participaron los estudiantes Jocelyn Salas y Felipe Morán.
La muestra –que busca generar nuevas miradas sobre el fenómeno religioso de la Fiesta de la Tirana y su entorno- fue inaugurada el 5 de mayo y permanecerá en exhibición, en la sala Novedades de la Biblioteca de Santiago, hasta el 2 de junio.
‘Promeseros Danzantes’ reúne “vivencias, diálogos y la creación artística contemporánea, permitiendo tanto a creadores como espectadores comprender aspectos dinámicos y enriquecedores propios de la cultura popular en la actualidad”, señalaron sus organizadores.
Según explicaron sus autoras en la presentación del proyecto -que fue apoyado por la Dirección de Extensión de la UMCE -nace a partir de la Fiesta de La Tirana, uno de los acontecimientos religiosos de mayor fuerza en el norte grande chileno, donde miles de peregrinos y curiosos se dan cita en medio del desierto para venerar a la Virgen del Carmen, “convirtiéndose en un multitudinario festejo donde convergen numerosas hermandades religiosas venidas desde todos los puntos del norte chileno y de las zonas fronterizas del cordón andino”.
Desde este lugar de fiesta, “profesoras y estudiantes comparten, reflexionan, interpretan y crean obra visual con el propósito de establecer vínculos y compartir experiencias con la audiencia de la exposición”, agregaron. Es un trabajo de investigación, detalla el documento, cuyo estudio, aprendizaje y convivencia propicia la creación a partir de diferentes miradas que cada uno de los integrantes del colectivo desarrolla en los meses siguientes de la visita. Así proponen algunas miradas en torno a la fiesta, “para establecer un diálogo visual de carácter instalativo a partir de la investigación plástica sobre aspectos como el color, textura y encuadre recopilados en terreno, a fin de exponer la producción artística realizada, desde un contexto contemporáneo, ámbitos de la tradición andina y la devoción popular”.
El producto final “se concreta visualmente en el trabajo de personajes de la cofradía de ‘diabladas’: el diablo, el cóndor representados a partir de las técnicas de grabado y pintura”. El grabado directamente al muro y las pinturas en el interior de una caja de madera, en la que se pueden apreciar figuras de danzantes con la luz encendida y al apagarla, predominan figuras precolombinas elaboradas con pintura luminiscente.
La experiencia se realiza desde los años ’90 por iniciativa de la profesora de Marianella Núnez junto a sus alumnos. Una de las estudiantes de entonces, María Elena Retamal, hoy es profesora del área de Teoría de la carrera de pedagogía y responsable alterna del proyecto.
