En su ciclo de encuentros con próceres creadores musicales chilenos, el Taller Músikahuìn, de estudio y creación de música latinoamericana de raíz folclórica y fusión -–coordinado por el profesor de Historia de la Música del Departamento de Música de la UMCE, Rodolfo Norambuena- programó su segunda sesión, invitando para el próximo 21 de junio a Raúl Alarcón, conocido como “Florcita Motuda” (Curicó, 1945).

Según informó el profesor Norambuena, este cantautor y compositor, constituye, en el contexto de la canción chilena, “un fenómeno sin parangón”. Su obra, afirmó, “se caracteriza por la ruptura, por el quiebre de los convencionalismos”.

El académico recordó que saltó a la luz pública en el Festival de la Canción de Viña del Mar en el año 1977, cuando “la dictadura militar, con la Dina de Manuel Contreras, uniformaba al país reprimiendo cualquier disidencia, apareció este artista con una vestimenta totalmente descontextualizada. No había ningún estatuto que lo impidiera y por ello, pudo presentarse al país con un creativo y lúdico lenguaje escénico (overol de basurero, lentes, etc.), el que desentonaba con el uniforme país que se quería crear, por lo que de alguna manera constituía una irónica protesta social”, señaló.

Esta ha sido la tónica de toda la obra de este creador, agregó, “la ruptura irónica de lo establecido, sea desde la visualidad, desde el contenido de los textos o desde la música. Sus textos son siempre polémicos, apelando a una crítica social desde un existencialismo no partidista”.

Ingresado en 1968, en plena Reforma Universitaria, a la en ese entonces Facultad de Ciencias y Artes Musicales de la Universidad de Chile, a estudiar Pedagogía, Trombón y Composición, “jamás se vinculó a un partido político, asumiendo sí siempre una crítica. Quizás la excepción estuvo en la campaña del “NO” de 1988, cuando se votaba la continuidad de Pinochet en la presidencia de Chile, donde, con una adaptación de “El Danubio Azul” de Johann Strauss (h), creo una de las canciones emblemáticas de la campaña, la que fue presentada vistiendo una banda presidencial y zapatillas en La Moneda”.

Musicalmente, señaló Norambuena, su obra se ha nutrido frecuentemente de la raíz latinoamericana (cueca, tonada, trote, vals chilote), pero siempre trabajados estos estilos desde la fusión, con elementos que rompen y enriquecen los referentes de la tradición. Sus orquestaciones, trabajadas personalmente, se proyectan siempre desde el humor y la ironía.

Florcita Motuda “viene a ser un dadaísta contemporáneo. Su propuesta va más allá de la música e incluso más allá del texto. Su teatralidad permite concebir sus presentaciones como verdaderas instalaciones artísticas, análogas a las que realizan los artistas plásticos contemporáneos. Su crítica lo define con un auténtico provocador, no conformista, involucrado en una verdadera síntesis de las artes, con las que integra su discurso disidente, asistémico. Con Florcita Motuda, en el escenario se puede esperar cualquier sorpresa, porque finalmente ese es el eje central de su creación, no definible en ningún molde estilístico ni musical, ni textual ni visual ni teatral. Él es de una pasmosa originalidad, o sea, un creador puro”.

El encuentro fue programado para el miércoles 21 de junio, a las 11:30 horas, en la sala de Coro del Departamento de Música.