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Viernes, 27 Mayo 2016 00:00

Destacado guitarrista Juan Antonio “Chicoria” Sánchez presentará concierto en la UMCE Destacado

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Destacado guitarrista Juan Antonio “Chicoria” Sánchez presentará concierto en la UMCE Radio Beethoven

Un recital en solitario ofrecerá en la UMCE, y de manera gratuita, el guitarrista y compositor Juan Antonio “Chicoria” Sánchez. La presentación está programada para el día jueves 16 de junio, a las 18 horas, en la Sala de Exposiciones Nemesio Antúnez de la UMCE (José Pedro Alessandri 774, Ñuñoa).

Entrevistado por Radio Beethoven, el músico reconoce que su origen está a medio camino entre lo formal y lo autodidacta, aunque consciente de que el aprendizaje es constante, actualmente cursa el magister en composición del Departamento de Música de la Universidad de Chile, bajo la tutela de Fernando “Huaso” Carrasco, otro creador del mismo perfil que entrevistamos en este espacio hace un año.

Chicoria, el verano pasado comentamos con Juan Mouras acerca de los guitarristas-compositores, y cómo los que cultivan este instrumento tienden a crear además.
No todos los guitarristas crean, pero lo que es común es que los que tocan el instrumento compongan. Una cosa es la carrera del intérprete clásico, y las horas dedicadas a la técnica, y otra es el juego con el instrumento. La guitarra, tal como el piano, el arpa y el acordeón permiten una suficiencia, una completitud. En una guitarra se pueden hacer varias voces, un bajo, un contrapunto. Son instrumentos que pueden ser solitarios, no necesitan de otro para llenar un ámbito sonoro. Yo pienso que fuera del ámbito “clásico” o académico, ahí es raro que un guitarrista no componga además. Pero hay de todo, hay casos como el de Esteban Espinoza que está empezando a hacer arreglos. Y además de Mouras, tenemos el caso de Javier Contreras, que es un músico extraordinario como compositor.

En tu caso, has compuesto un montón. ¿Qué nos puedes decir de tu catálogo?
Yo empecé a componer desde pequeño. Tengo una prehistoria, primero de niño, cuando jugaba con los instrumentos e inventaba melodías. Luego una segunda prehistoria (risas), cuando entré a estudiar licenciatura en música en la Chile. Compuse piezas para piano y para trío de guitarra, flauta y cello. Después mi trabajo creativo ha ido de la mano de los grupos con los que he trabajado. Primero, tocando a dúo con Antonio Restucci y posteriormente con el conjunto Entrama, que es donde yo diría que comienza mi catálogo oficial.

Y este incluye mucho más que piezas para guitarra sola.
Las primeras piezas oficiales son las que compuse para la conformación de Entrama, es decir guitarra, cello, acordeón, flauta, tiple, etcétera. En algunas piezas yo escribía todo, y en otras, los músicos aportaban sus cosas. Paralelamente tocaba con otros grupos, con el cuarteto del Toño Restucci, y así se fueron dando mezclas. Luego viene una etapa en que empiezo a componer por encargo. Así hice una obra para cuarteto de saxofones, que me pidió Jaime Atenas, titulada “Huayno”. Compuse para Luis Orlandini, para un conjunto de flautas de Jaime Kächele, para el Cuarteto Iniesta, en fin.

Háblanos tu formación, según tu biografía estudiaste guitarra con Oscar Ohlsen, y tuviste lecciones de composición nada menos que de Egberto Gismonti.
La verdad es que con Gismonti tomé dos cursos en un festival de guitarra en Córboba, Andalucía, que son como unas clínicas de tres días. Pero no me atrevo a decir que estudié composición con él. En la Universidad de Chile tomé un curso de introducción a la composición que lo hacía Cirilo Vila, además de su clase de análisis, que era fascinante. Pero estudios formales de composición no tuve. Con Oscar estudié cuatro años de manera particular. Fue una experiencia hermosa, porque él se dio cuenta de mi interés por la composición y me estimuló mucho. yo le llevaba mis piezas y él las leía con su guitarra.

Tú viviste en varios países de Latinoamérica y eso moldeó tu imaginario compositivo.
Y en África también. Viví dos años en Mozambique, porque mi madre trabajaba para las Naciones Unidas. Allí toqué en un grupo junto a exiliados, que era similar al Inti-Illimani, y se llamaba Araucaria. Y sí, con el hecho de vivir también en Argentina, Panamá y México, todo eso me marcó y se adhirió a mi memoria musical. Otra influencia importante fue la Nueva Trova Cubana, aunque yo no viví en Cuba. El guitarrismo de Silvio Rodríguez y Pablo Milanés es bastante complejo. Es bien desarrollado desde el punto de vista armónico.

Tu pieza más conocida, más querida, y además más interpretada, es lejos la “Tonada por Despedida”. Incluso ha traspasado nuestras fronteras, en buena medida gracias a la grabación que hizo José Antonio Escobar para el sello Naxos. Cuéntanos cómo surgió.
Hay dos situaciones para entenderla. Primero, el hecho que la mayoría de las cosas que hago para guitarra, o mejor dicho para MI guitarra, están relacionadas con vivencias personales, afectivas, mis hijos, lo que sea. Es el caso de esta pieza, que surgió de una situación personal, íntima. Lo otro es que en ese momento, estamos hablando de 1999, yo estaba interesado en desarrollar un repertorio para guitarra inspirado en lo chileno. Un poco antes había ido a Argentina con Toño Restucci al festival Guitarras del Mundo que organiza Juan Falú, y quedé impresionado con los guitarristas argentinos, que creaban inspirados en chacareras, milongas y tangos. Y en Perú pasaba lo mismo, y en Brasil también. Entonces, me pregunté qué pasaba con nosotros. Yo ya había compuesto un par de tonadas, como mi “Tonada en Sepia”, entonces me parece que la tonada, como el chorinho en Brasil, el landó en Perú, la chacarera en Argentina, es un género ofrece posibilidades guitarrísticas muy únicas. Pero como te digo surgió como algo íntimo, al principio me daba pudor mostrarla. No la hice para hacerme famoso.

En el disco de Escobar también aparece tu Sonata para Guitarra, subtitulada “Homenaje a Violeta Parra”.
Cuando la compuse tenía claro dos cosas. Quería hacer una obra con un impulso más extenso, dividida en movimientos y todo, probar formas más largas. Lo otro es que quería beber de la inspiración de Violeta. Por eso, en el segundo movimiento hay una alusión a la Anticueca No.2 y en el cuarto hay un gesto rítmico que recuerda a “El Gavilán”.

Hay en el tratamiento de la guitarra en estas piezas una conexión directa con el mundo sonoro de la Nueva Canción Chilena.
Esa cercanía es algo que he ido trabajando, sobre todo cuando comienzo a desarrollar mi repertorio. Ahí recién empiezo a relacionarme de manera profunda con la Nueva Canción. Cuando niño, por ejemplo, no toqué canciones de Víctor Jara, sino que mucho después. Recién en 2009 hice mi “Suite Víctor Jara”, dedicada a Marcelo de la Puebla, en que me inspiro en algo específico, en el uso de la guitarra en temas como “Te Recuerdo Amanda” y “Paloma Quiero Contarte”. Hay allí una manera en el guitarrismo de la mano derecha basada en el guitarrón del canto a lo poeta.

Como guitarrista eres muy activo. Últimamente has tenido presentaciones con el trío Sagaré, junto al multi-instrumentista Antonio Restucci y Emilio García, guitarrista más ligado al jazz fusión. Háblanos sobre ese proyecto.
Eso es algo que se vino incubando de mucho antes de que se concretara. En primer lugar somos amigos, y hemos coincidido en distintos proyectos tocando juntos. Con el Toño hemos tocado mucho juntos, y con Emilio había tocado alguna vez. Y sucedió que Alberto Cumplido, antes de iniciar el Festival Entrecuerdas, tenía un cuarteto, junto al Toño, Emilio y Ángel Parra. Y en uno de sus conciertos Ángel no pudo tocar y yo lo reemplazó. Luego los invité a participar en mi disco “Tercer Tiempo” en el 2012. Y luego un fin de semana nos fuimos a la playa y así empezamos a trabajar como trío, para luego grabar nuestro disco. Lo entretenido de este grupo es que está el trabajo composicional de los tres que es distinto, y el aporte de improvisación del Toño y el Emilio, que es extraordinario. Es como estar jugando una pichanga con Maradona y con Messi.

¿Cuáles son tus actuales proyectos como compositor?
Muchos proyectos. Sí a mí me pagaran por cada uno sería millonario, porque ideas no me faltan. Estoy trabajando en una obra para dos guitarras y orquesta completa, será mi trabajo de tesis del magister. Es algo que quería hacer hace tiempo. Entre lo que me gustaría hacer, está una suite chilena para cello, que tenga toda la onda del folklore. Quiero hacer más obras extensas para guitarra sola, y componer más cuartetos de cuerdas. También está la posibilidad de orquestas piezas para piano.

¿Y en cuanto a grabaciones?
Varios proyectos también. Primero, el componer un disco. Y digo componerlo, porque en música popular se suele juntar piezas que no tienen nada que ver y se hace un disco, es como un “patchwork”. Pero no es común que un disco se componga como una unidad, es decir, como va a empezar, con qué va a seguir, como va a terminar. Lo quiero hacer con vientos, e instrumentos de la familia de los charangos. También quiero grabar arreglos de música chilena para guitarra sola, con temas de Víctor Jara, de Horacio Salinas y el “Gitano” Rodríguez. Tengo material como para hacer unos cinco discos más.

Álvaro Gallegos M.
25/05/2016
Nota completa en: http://www.beethovenfm.cl/chicoria-sanchez-y-su-busqueda-sonora-desde-la-guitarra/

Visto 2666 veces Modificado por última vez en Martes, 31 Mayo 2016 21:48