La UMCE se suma a las conmemoraciones por los 50 años del golpe civil militar. Para esto, ya comenzaron a realizarse una serie de actividades que buscan rescatar el valor de la memoria histórica y el diálogo en la comunidad universitaria y con los territorios.

Precisamente con ese objetivo, el proyecto ADAIN Circuito educativo de memoria y derechos humanos “A 50 años del golpe cívico-militar” articula todas las iniciativas institucionales.

La propuesta del Circuito Educativo nace en el corazón del Museo del Instituto Pedagógico Valentín Letelier, en 2022, y contempla tres ejes fundamentales para su creación: el primero tiene relación con la inserción de la UMCE como sitio de memoria en la Ruta de Memoria y Derechos Humanos de Ñuñoa; la inauguración de la Sala de Memoria y Derechos Humanos “José Domingo Gómez Rojas”, alojada en el Museo, y la realización de una Ruta de Memoria y Derechos Humanos del Instituto Pedagógico Valentín Letelier. El equipo de trabajo del proyecto está conformado por las áreas de Patrimonio Histórico Cultural, la Coordinación de Patrimonio Estudiantil y la Coordinación de Cultura y Extensión y sus acciones se proyectan hasta el primer semestre de 2024.

La Rectora Elisa Araya explica el propósito de este proyecto. “Lo que busca es justamente hacer un ejercicio de memoria con escolares estudiantes y con la comunidad en general, pensando y reflexionando respecto a que la memoria es una habilidad humana que nos permite no tener que aprender y repetir las cosas una y otra vez. Por ejemplo, la memoria nos permite saber quiénes somos, dónde vivimos, cuál es nuestra historia, quiénes es nuestra madre y padre, cómo llegar a nuestra casa, etcétera. Si no tuviéramos memoria tendríamos que repetir las cosas más increíbles una y otra vez para poder vivir”, plantea.

Precisamente la Rectora invita a ser parte de estas reflexiones: “En este caso el ejercicio de memoria tiene que ver con un momento traumático en la historia de Chile y el colectivo nacional que fue la ruptura de la democracia por poderes tanto militares como político-civiles que impusieron otro modelo de desarrollo, un modelo tan fuerte y tan brutal que se hizo por la fuerza. La vida humana y la dignidad humana está por sobre cualquier idea, cualquier ideología y que justamente vivir en comunidad y en democracia implica tener que conversar, ponerse de acuerdo, dialogar y así sucesivamente hasta lograr vivir lo más armoniosamente posible en la diferencia y la diversidad. No hay ninguna ideología, no hay ningún modelo de sociedad que valga la pena que valga la pena hasta el punto de romper la democracia o negar vidas y torturar”.

Actividades institucionales

Guillermo Castro, académico del Departamento de Educación Básica, es el coordinador institucional de las actividades conmemorativas, que comenzaron el 12 de abril con el primer diálogo educativo “Género y Derechos Humanos” y el primer recorrido por el Campus Macul como un sitio de memoria.

“La conmemoración de los 50 años del golpe civil militar es un desafío para promover la memoria histórica entre las nuevas generaciones, revalorizar la democracia como un modelo de convivencia que potencie el diálogo, la participación y el respecto irrestricto de los derechos humanos, la promoción de la diversidad en sus distintas formas y la construcción de una comunidad que hace de las diferencias una virtud y no un trauma”, destaca.

Las acciones del proyecto ADAIN están constituidas por 5 diálogos educativos, 3 exposiciones, 9 visitas guiadas a sitios de memoria y derechos humanos en la Región Metropolitana, con participación de académicas/os de la Institución e intelectuales del quehacer cultural del país. “Es necesario relevar la valoración de la memoria y el modelo levantado por el Instituto Pedagógico a lo largo de un siglo, semillero indiscutido de la evolución y desarrollo de la educación en Chile durante el siglo XX y núcleo de innovación y experimentación en didáctica, pedagogía y ciencias de la educación”, detalla Lucía Godoy, coordinadora de Patrimonio histórico cultural UMCE e integrante del equipo del proyecto.

“Los resultados del circuito educativo serán recopilados y sistematizados en un libro, editado digitalmente e impreso. Una vez publicado, será distribuido en las comunidades educativas que participaron como protagonistas en el desarrollo y ejecución del proyecto. El objetivo es generar un espacio continuo que permita la reflexión, para el aporte del desarrollo cívico social y cultural de los estudiantes de establecimientos educativos”, agrega la coordinadora.

El profesor Castro cierra relevando la importancia de articulación que genera esta experiencia: “El proyecto ADIN nos permite construir ese diálogo entre diferentes generaciones y entre distintos ámbitos de la Educación como la Universidad y la Escuela, ambos agentes de generación de conocimiento y de transformación social. Es un aporte a la construcción de diálogos que potencien la participación y que fomenten la existencia de una cultura democrática radical que restituya derechos, que garantice justicia y la no repetición de quiebres institucionales como lo fue el golpe. A la luz de los 50 años, la educación recupera su rol de agente de cambio social y demuestra que la mirada al pasado no está exenta de los hechos del presente y es crucial para la construcción de un futuro común”.

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