Con gran interés y entusiasmo, estudiantes de distintas carreras de la UMCE comenzaron su proceso de capacitación para ser facilitadores/as de “Presentes: adolescentes para el proceso constituyente”, iniciativa que busca promover la participación de jóvenes en el actual proceso de construcción de una nueva Constitución para el país, respondiendo al compromiso en esta materia de nuestra Universidad.
El proyecto es impulsado desde el Departamento de Educación Física, Deportes y Recreación en articulación con la Oficina de Transversalidad, a partir de un convenio firmado con la ONG alemana Crisis Simulation for Peace e.V. (CRISP). Junto con la Defensoría de la niñez y en articulación con la Escuela de Periodismo de la Pontificia U. Católica de Valparaíso, U. Arturo Prat, Observa Ciudadanía, Fundación Clubes y Fundación Cristo vive, se busca que las opiniones de menores/as de edad sean consideradas en el relevante proceso que lleva adelante la Convención Constitucional.
La UMCE ha estado a cargo del proceso de selección y formación de facilitadores/as de los juegos, junto con generar contactos con instituciones educativas que quieran ser parte de este proceso. De esta forma, durante agosto se realizó el proceso de capacitación a los/as estudiantes UMCE que fueron seleccionados/as, tras un proceso de postulación, donde pudieron conocer más sobre la metodología de juegos de simulación que se aplicarán en escuelas y liceos de diferentes regiones del país, además de centros del SENAME, campamentos y otras comunidades. Se explicó la aplicación del juego y todas sus fases, junto con las modalidades de ejecución, presencial y por SpatialChat (plataforma de videollamadas que ofrece un espacio virtual).
En el primer encuentro de capacitación participó Andreas Muckenfuß, director y fundador de CRISP quien relató cómo surgió esta metodología de intervención que ha sido aplicada en zonas de conflicto como Kosovo, Armenia, Azerbaiyán, Ucrania, Alemania, Egipto, entre otras. “En 2008, tras el primer piloto en Kosovo, a los/as participantes les gustó la metodología y nuestros/as socios/as nos convencieron de continuar con este trabajo para ser parte de procesos de transformaciones (no solo hacer las simulaciones). Estamos bastantes convencidos/as de que es una metodología que funciona”, detalló.
Conociendo la realidad chilena, el director de CRISP detalló cómo surgió el proyecto a partir de la revuelta social de 2019 y la construcción de una nueva Constitución: “Trabajamos en distintas partes del mundo, estuvimos invitados/as el 2018 y 2019 algunos talleres en chile donde nos fue súper bien. Cuando llegaron las imágenes de octubre del 2019, pensamos en cómo podíamos intervenir de una forma constructiva en lo que estaba pasando, con la experiencia en otros países y la anterior que habíamos tenido en allá. Luego de eso surgió la idea de diseñar un proyecto que acompañara el proceso constituyente y, analizando la situación, nos dimos cuenta que los/as menores de edad estaban casi completamente excluidos/as del proceso porque si no pueden participar del referéndum, es difícil incluir sus opiniones. La metodología busca entender un conflicto y, lo más importante, es una oportunidad para no ser uno/a mismo/a, para ponerse en los zapatos de otra persona. Es un juego que nos invita a experimentar el nombre invita a experimentar”.
Óscar Mierzejewsky, académico del Departamento de Educación Física UMCE y uno de los responsables a cargo de las acciones del proyecto en nuestra Universidad, entregó detalles sobre la realización de más de 60 talleres, cuyos resultados serán evaluados sistemáticamente.
“La Defensoría de la Niñez organizará un debate público, entre noviembre y diciembre de este año, donde participarán convencionales constituyentes invitados/as. Esperamos llegar con resultados listos a esa fecha para llamar al concientización del proceso de reforma de país. Los juegos de simulación no son clases de ciudadanía, sino que buscan relevar la voz de la juventud, aumentar el interés de los/as jóvenes y estimular el debate público con propuestas innovadoras y constructivas, llevándolo al mundo de la juventud. Junto con esto apoya y fomenta la participación política, transmite herramientas y técnicas innovadoras de la educación no formal para facilitar y mejorar la educación cívica y la cultura democrática”.
