Durante la amena ceremonia, el Rector de la UMCE, Jaime Espinosa, se refirió a la compleja tarea que a diario desarrollan los maestros, destacando que todo aquel que se siente responsable de la vida de otros en la escuela, entiende que su tarea es delicada y trascendente.

Respecto al aporte e impacto social de la profesión, el Rector Espinosa aseguró que nadie puede negar importancia ni valor al rol de facilitador de los aprendizajes de sus alumnos y las consecuencias en el desarrollo futuro de la persona que se educa. Cuando hoy hablamos de calidad, agregó, no solamente hablamos de los aspectos curriculares, del ambiente de aprendizaje, de las condiciones de la escuela y del proyecto educativo.

En este sentido, el Rector de la Universidad Pedagógica de Chile rindió un homenaje a los docentes que ofrenden su pedagogía y su vida para la vida de los otros que son sus estudiantes: “el profesor no puede ser sino una persona justa, un ser humano íntegro, benevolente, verdadero, responsable, comprensivo, amable, sincero, sensible y confiable. Ese hombre justo enseña a otros a ser justos; no con la teoría de la justicia, sino con la palabra que ilumina y, sobre todo, con la acción”, aseguró.

Finalmente, la máxima autoridad de la UMCE sostuvo que “los profesores son héroes de nacimiento que han encontrado en la profesión docente un camino singular, difícil; peligroso, incluso; sacrificado, incomprendido a veces, pero de alta dignidad, por su carácter misional y de tremendo valor en el sentido de su servicio a la sociedad y de compromiso con el hombre. Los profesores de Chile. Esos hombres justos que tienen mucho de verdad y un amor inmenso en sus corazones. Esos justos que, a veces, se ignoran, pero que salvan el mundo cada día”, sentenció.