Veinte profesionales de la educación y educadores de las Áreas de Discapacidad, Lenguaje y kinesiólogos de la Escuela Especial “Sol de La Reina” integraron el taller de “Psicomotricidad Vivenciada”, impartido por profesionales de la UMCE en el marco de las asesorías técnicas de la práctica profesional de la carrera de Educación Diferencial, especialidad Retardo Mental (RM).
El taller fue facilitado por la tutora de Práctica Profesional de Diferencial (RM) Natalia Valenzuela, con apoyo sicológico profesional de un especialista, y forma parte de un programa de inserción pedagógica especializada en terreno, que por una lado detecta requerimientos en los espacios educativos y por otro, proporciona nuevas herramientas a los docentes que ya están insertos en el sistema.
Angella Fortunati, coordinadora de Prácticas de la especialidad de Retardo Mental de Educación Diferencial explicó que esto es “parte de un proceso que tiene que ver con el acompañamiento a la práctica profesional, articulado con el programa curricular de la carrera y que es a su vez parte de una asesoría técnica, elaborada a partir de necesidades que se detectan”.
Se trata de una iniciativa que rescata el valor de las prácticas, el aporte del trabajo en terreno, y cómo confirman –o no- los perfiles de egreso de la formación que imparte la UMCE: “estar aquí constituye la conexión con el entorno y una forma de llegar a los contextos en los cuales estamos insertos, donde nuestros titulados se están desempeñando, donde hay un impacto en la calidad de la atención que recibe lo que llamamos sujeto de derecho y que es parte de los contenidos de la estructura curricular de la carreras”, agregó la coordinadora, Angella Fortunati.
Natalia Valenzuela especificó que el propósito del taller experiencial - vivencial psicomotriz “es relevar el hacer educativo de profesionales y asistentes de la educación que se involucran con la atención directa a la primera infancia en esta escuela especial" y que según explicó su directora, Dariela Shmidt, atiende actualmente –en jornada de mañana y tarde- a “80 niños y niñas con discapacidad intelectual asociada a diferentes síndromes y patologías, trastorno motor, autismo, muchos de ellos en vulnerabilidad social, de hogares de menores o familias disfuncionales y de escasos recursos”.
Natalia añadió que la UMCE ha “impulsado y establecido como eje esencial de la formación profesional el posicionamiento pedagógico inclusivo e innovador, a través del ejercicio de la praxis docente, praxis que inician, desde el primer semestre en la carrera de Educación Diferencial, mención Retardo Mental, especialidad que se caracteriza por su profundo compromiso con el medio social, cultural y natural que lo convoca”.
Este taller, agregó, fue dividido en dos ejes transversales: “un primer eje tiene relación directa con la atención respetuosa hacia la primera infancia desde la perspeciva que brinda el juego libre y autónomo. Una segunda parte se relaciona con la importancia que adquiere el autocuidado en un o una profesional de la educación, para un mejor desempeño en la praxis al interior del aula”.
Al inaugurar el taller, Angella aseguró que “aquí es donde se hace educación. Nosotros hablamos desde la teoría y ustedes están en la plena práctica. ¿Cómo nos vinculamos entre ambos, cómo lo hacemos vivencial? En el terreno”, concluyó.
