Más de cuatro mil estudiantes de las principales regiones del país -900 sólo en la Región Metropolitana- participaron en las fases iniciales del certamen, entre quienes fueron seleccionados los 37 semifinalistas, que disputaron medallas de bronce, plata y oro, tras rendir las pruebas finales: una teórica y otra experimental. El grupo pertenecía a Arica y Parinacota, Tarapacá, Antofagasta, Coquimbo, Metropolitana, Bio-Bio  y La Araucanía

Una de las etapas que más llamó la atención, fue la final en laboratorio, donde trabajaron experimentos diseñados de acuerdo a los programas oficiales del MINEDUC, según explicó el decano de la Facultad de Ciencias Básicas, Juan Vargas: para segundo medio realizaron una curva de calibración para determinar el porcentaje de sacarosa en la bebida; para tercero, debieron identificar factores de incidencia para equilibrio químico en la reacción de un color a otro; mientras que para cuarto, determinaron funciones orgánicas que existen en ciertas muestras.

La final del certamen también incluyó una charla de la académica de la Pontificia Universidad Católica Charla, Verónica Arancibia, sobre el daño potencial de los compuestos químicos, y de la académica de la UMCE Lorena Barrientos, sobre los usos de la nanotecnología.

Para el decano, el propósito de las olimpíadas es “fomentar y promover la ciencia desde la enseñanza. Es muy probable que los estudiantes que están acá sean en breve puntajes nacionales, y que la medalla de oro obtenga un gran puntaje en la PSU”. El desafío hoy, agregó, es “articular esta olimpíada con la del Ciclo Básico, porque constituyen los primeros tramos para fortalecer y despertar el interés por la ciencia”.

Según Carlos Hernández, director de Química, unidad organizadora de la competencia, "es importante despertar y cultivar las habilidades científicas, una población culta y creativa tendrá una convivencia más armónica y encontrará soluciones que signifiquen incorporar valor agregado a los recursos naturales que el país tiene. Por eso es importante esta iniciativa, por eso es importante la educación y la enseñanzas de las ciencias, por eso es importante la formación de buenos profesores de ciencias y en este caso buenos profesores de química".

El decano Vargas también realizó un análisis del proceso de selección: “pensando que estas actividades son bidireccionales, que impactan al sistema escolar, también nos dice durante las etapas de clasificación cuáles son las debilidades que tienen los estudiantes en química a lo largo del país, cuáles son las regiones que están más debilitadas en ciertas áreas. Así podremos hacer las recomendaciones correspondientes para aumentar los rendimientos académicos de los alumnos en esas zonas”. A partir de esto, dijo, “hemos observado que hay cierta tendencia que indica que las regiones del norte son carentes de la química, en cambio, de Santiago hacia el sur las zonas más fuertes están en Concepción y Temuco. Es posible que exista influencia de universidades locales”, concluyó.

A su vez, para Carlos Hernández "la ciencia, y por cierto la Química, deben ser parte del currículum escolar, pues contribuyen al desarrollo de habilidades de pensamiento que permiten el desarrollo de esquemas conceptuales aplicables en áreas o campos no necesariamente científicos. Una población así formada estará capacitada para enfocar situaciones o problemas cotidianos con un criterio científico, identificando problemas, realizando observaciones y mediciones; formulando hipótesis, contractando y analizando información. Por lo que la población estará mejor preparada para enfrentar diferentes situaciones cotidianas, contribuyendo así a la formación de una población más culta y más inteligente".

Nanotecnología

En su clase magistral, la académica de la UMCE Lorena Barrientos abordó las aplicaciones de la nanotecnología en distintos ámbitos de la ciencia o en la vida de las personas, como en nanomedicina el uso de nanoestructuras para prevenir enfermedades o diagnóstico temprano, eliminación de agentes patógenos (virus y tumores);  o en el área de la electrónica la reducción de dispositivos, la generación de materiales como el grafeno, que en un futuro podría reemplazar al cobre;  o en energía, la incorporación de nanoestructuras para la formación de celdas solares que han permitido incrementar los porcentajes de conversión de energía solar a eléctrica.

En la UMCE, agregó, se trabaja puntualmente en el área de remediación medioambiental, la eliminación de contaminantes mediante nanoestructuras metálicas, para eliminar contaminantes de manera más rápida y económica.

Medallero

Twitter