Para el rector Espinosa, “este es el comienzo de algo más importante para fortalecer la relación con CONAF, con quienes ya tenemos un camino recorrido en materia de colaboración, gracias al cual nuestros investigadores, académicos y estudiantes han tenido pleno acceso a las instalaciones y espacios que están bajo la dependencia de CONAF. Por otra parte, nosotros podemos proveer a la Corporación ese conocimiento a partir del trabajo de investigación y extensión que hace la Universidad”.
El director regional, Germán Ortiz, destacó la relevancia de este convenioy aclaró que “no es sólo una declaración de buenas intenciones”, aludiendo a la colaboración que realizan ambas instituciones hace una década, específicamente con la Reserva Nacional Río Clarillo que administra CONAF como área protegida. “Si además permite aportar a la formación de profesores y estudiantes de ciencias, para nosotros es muy positivo porque nos aporta conocimiento y nos permite realizar la divulgación y extensión”, señaló.
Y aunque el acuerdo contempla amplia colaboración y asistencia para el desarrollo de actividades de variada índole, menciona como ejemplos “proyectos de investigación científica y aplicada, y actividades dirigidas a la formación de los alumnos y/o profesionales”.
A su vez, también señala la formación de “un organismo bi-institucional” para coordinar los programas específicos que se desarrollen.
La política de CONAF, agregó Ortiz, es tratar de profundizar todos estos convenios para abarcar una mayor cantidad de espacios de comunicación. “Hoy existe gran conciencia en la población sobre temas medioambientales, pero falta aún que el ciudadano común y corriente maneje algunos conceptos”, dijo.
La Región Metropolitana, recordó el director, es la zona que concentra la mayor cantidad de población, así como desarrollo inmobiliario e industrial, lo que “hace que la presión sobre los recursos naturales y sobre los bosques nativos de la región sea muy grande. Sin embargo existe cierto desconocimiento, porque al hablarse de bosques no se piensa en el esclerófilo de la región, sino en el del sur, que es distintos. Debemos aprender a dar a conocer cuáles son nuestros bosques, hacer que la gente valore lo que tenemos en nuestra región para entenderlo y protegerlo”, concluyó.
De acuerdo a la información que entrega CONAF, la vegetación nativa de la Región Metropolitana es conocida como bosque esclerófilo, conformada por árboles y arbustos resistentes, entre los que destacan peumo, quillay y maitén.
La Reserva Nacional Río Clarillo está ubicada en comuna de Pirque, provincia de Cordillera de la Región Metropolitana. Fue creada en 1982. La unidad destaca por la protección de las especies de fauna aves como el comesebo y el ralladito. En cuanto a los mamíferos, la mayoría es de origen neoártico, evidenciando a los cáninos, mustélidos y félidos. En flora está el litre, peumo y quillay acompañado de flores silvestres del género Alstroemeria, Calandrinia, Calceolaria, Chloraea, Clarkia y Mutisia.
