En el ex Congreso Nacional se dio cita más de una decena de representantes del Consejo de Rectores de las Universidades chilenas, CRUCH, junto a académicos/as internacionales, en la Jornada “Los Futuros de la Educación Superior”, organizada por UNIR y Congreso Futuro.
El encuentro propuso reflexionar en torno al futuro de la Educación Superior, abordando algunos de los principales retos que afrontan las universidades, con un énfasis especial en los procesos de digitalización y en la formación que se debe ofrecer a los estudiantes para potenciar su empleabilidad.
Durante la jornada, que constó de tres mesas redondas y un conversatorio, especialistas revisaron visiones y reflexiones sobre temas como los desafíos de la digitalización en los sistemas de la educación superior, la acreditación y calidad de la enseñanza online y la educación en línea como un instrumento para corregir desigualdades.
Uno de los principales temas planteados fue la posible consolidación de un modelo de educación online y la virtualización forzada que trajo la pandemia, un cambio radical a nivel global, donde las universidades fueron desafiadas a salir de las formas tradicionales de aprendizaje, para trasladarse rápidamente a la educación online, pese a la resistencia al cambio y el conservadurismo imperante en instituciones tradicionales como son las universidades.
La Rectora de la UMCE, Elisa Araya, participó de la discusión en torno a responder si la educación online sería un instrumento para corregir o no desigualdades. Junto a Ignacio Sánchez, rector de la Pontificia Universidad Católica de Chile; Emilio Rodríguez, rector de la Universidad de Tarapacá y vicepresidente del Consejo de Rectoras y Rectores de las Universidades Chilenas (CRUCH) e Isabel Diez, vicerrectora de Desarrollo e Impacto Social de la Universidad Internacional de La Rioja.
En relación al acceso a lo digital, se habló desde la perspectiva las desigualdades que se producen por problemas económicos, situaciones de discapacidad, laborales, de aislamiento territorial, entre otros. Al respecto, la Rectora Araya señaló: “Existen mundos que avanzan a velocidades muy distintas. Hay muchos ciudadanos/as que no tienen acceso a lo digital; acá estamos conversando de la necesidad imperiosa de avanzar en la transformación digital y, sin embargo, una gran parte de la población en el mundo y en nuestro país en particular, no tiene idea del tema y está absolutamente debajo de esta micro”.
Los/as ponentes coincidieron en que la enseñanza en la educación superior debe ser híbrida, ni 100% a distancia ni 100% presencial, sino complementada, pues si bien el futuro apunta hacia la educación digital, este debe conversar con lo análogo, y no dejar de lado el pensamiento crítico, pieza fundamental para un aprendizaje constructivista donde el otro.
Sobre este punto, la Rectora Araya explicó que “si bien en estos tiempos el aprendizaje se ha convertido en un quehacer sin tiempo ni espacio, donde puedo aprender en cualquier momento y en cualquier lugar, igualmente los/las estudiantes siguen privilegiando la formación presencial por la experiencia que esto significa”.
La autoridad respondió también a la consulta de si es posible la formación digital docente, ya que resulta difícil imaginar la representación en aula de un/a profesor/a frente a su alumno/a y todo lo que esto implica. “Los/las profesores/as pensamos que aprender es saber cómo, lo que se refiere a un hacer y el hacer es corpóreo. Si bien el aprendizaje tiene mucho de cognitivo y de emocional, es necesario el cuerpo. Por la tanto, uno siempre piensa qué es lo que aporta lo digital a la acción de aprender, uno no solo aprende por el cerebro sino haciendo. Siempre se habla de las habilidades blandas que son tan importantes, y eso tiene que aprenderse en convivencia con otros y otros diferentes, porque uno nunca pone a prueba su capacidad de reflexión y pensamiento crítico, si conversa solo con los que piensan igual que uno”.
