Se denomina 'Tres Fulminante' a una de las entonaciones más antiguas que existen en el Valle Central y se convirtió en el nombre que reúne a tres exalumnos del Departamento de Música de la UMCE, quienes se han dedicado al desarrollo del canto en décimas, un género símbolo de la cultura tradicional campesina.
Integrado por Kevin Andrade, Julián González y Matías Huaiquiñir Ríos, Los 3 Fulminantes se concentran por estos días en la recopilación de su trabajo musical -creativo en un disco “que responde a una necesidad explorativa, consolidando vínculos con exponentes del canto a lo poeta”. Ingresaron a la UMCE en el 2017. Su propuesta “consiste en reinterpretar entonaciones del Canto a lo poeta, con nombres característicos que pueden hacer referencia a su lugar de origen, forma de tocarla o afinación que usa”.
Una de ellas, agregaron “se llama ‘La tres fulminante’, que, si bien no sabemos exactamente a qué refiere su nombre, se puede asociar a la afinación que usa (La común por tres). Esta entonación, "La tres Fulminante", fue la primera que sacamos como trío, con ella fue que descubrimos la sonoridad que hemos seguido explorando con otras entonaciones, esta entonación fue la que nos unió”.
Matías explicó que ingresó a Pedagogía en Música porque consideró que “la educación musical es parte fundamental para problematizar los códigos sociales y culturales de manera directa, politizando los espacios de aprendizaje y cultivar las posibilidades expresivas y perceptivas de las personas. No basta con subir a escenarios y grabar música, también es imprescindible generar disciplina y entendimiento en las salas de clases y en espacios educativos”. Julián compartió a su vez que siempre ha estado en “el mundo de la música, y buscando carreras que se relacionaran me llamó la atención la Pedagogía, ya que yo tengo familiares que son profesores de música. Mientras estaba en el cole gio hice clases de guitarra a algunos compañeros que sabían menos que yo”. Kevin aseguró que lo hizo “para ser feliz y entregar lo mejor de mí a los demás” y que así resume su motivación, “pues siempre me interesó la Pedagogía, y cuando conocí la guitarra me enamoré de la música. Lo que busco actualmente con esta labor es lograr que las personas descubran, desarrollen y potencien sus habilidades artísticas/musicales, pues considero el arte como un derecho fundamental de las personas y una herramienta de expresión muy poderosa”.
En cuanto a referentes en su formación, Matías comentó que dentro de la UMCE destaca “al maestro Bernardo Rosello y Francisco Astorga, y fuera a Alfredo Tauber, Sayahn (ül kantufe de la Isla Huapi) y cada compañero de los proyectos Skanajazz y Chimonos”. Julián afirmó que su “mayor referente siempre será Francisco Astorga, como profesor y como persona: su manera de enseñar con mucho respeto y cariño siempre fue admirable”. Coincidentemente, Kevin menciona a Francisco Astorga, Víctor Jara y Violeta Parra. “Si bien solo compartí con el maestro Francisco, creo que los 3 están unidos por la calidez, sensibilidad y consecuencia que transmiten a través de su música”.
Sobre sus mejores recuerdos de la UMCE, sus opiniones son diversas: mientras Matías destacó “caminar por el campus en otoño y primavera”, Julián recordó que siempre fue “fanático de la guitarra, por lo que disfruté mucho de las clases de guitarra traspuesta con Francisco Astorga y las clases de guitarra clásica con Luis Mancilla, ambos excelentes profesores, quienes me han hecho el guitarrista que soy ahora. También disfruté mucho de los momentos que se daban en los tiempos libres, compartiendo con los compañeros dentro del Departamento de Música (DEMUS), donde se forjaron buenas amistades”. Kevin también destacó las clases con Francisco Astorga, “sobre todo las de guitarra traspuesta, ya que eran individuales, el tiempo se detenía en esos momentos. La belleza del Peda en otoño y primavera. Y todas las instancias en que hice música en la Universidad”, concluyó.