Cómo reconocer formas de violencia, cómo actuar como comunidad o cómo brindar apoyo en situaciones de violencia de género formaron parte de las recomendaciones que surgieron en el conversatorio virtual “Violencia de género: recomendaciones en tiempos de pandemia”, convocado por la Universidad de La Frontera, y encabezada por la secretaria ejecutiva de la Oficina de Género y Sexualidades de la UMCE, Angélica Marín, junto a la coordinadora(s) del Centro de la Mujer de Temuco, Paula Venegas.
Durante el encuentro - organizado por la Mesa de Colaboración Triestamental de Equidad de Género de la Universidad de La Frontera y la Dirección de Equidad de Género de la misma casa de estudios- las especialistas describieron diferentes manifestaciones de violencia de género, el aumento de las denuncias que se han producido durante la pandemia y algunos elementos que permitan a las personas y a su entorno, establecer ciertas acciones para el resguardo de la integridad física y la salud mental, invitando a la comunidad a detener la violencia de género.
Las políticas de confinamiento y cuarentenas adoptadas como respuesta ante el avance del COVID-19, señalaron, han implicado la restricción de movimientos, la reducción de las interacciones en la comunidad, el cierre de servicios y el deterioro de las condiciones socioeconómicas, factores que conllevan un eventual riesgo de vivir violencia al interior de los hogares.
Angélica Marín contextualizó la política pública en esta área, a partir del año 1991, las convenciones iniciales adheridas para la eliminación de todas las formas de discriminación hacia las mujeres, así como las acciones y los énfasis implementados desde entonces: los tipos de violencia, las manifestaciones, estrategias y estereotipos, que es “donde se ubica la raíz de lo que estamos trabajando. Promover acciones para la prevención, eliminando estereotipos de género -no sólo los sexismos abiertos, sino también aquellos más sutiles- e incorporar el enfoque de género en la educación son maneras de aportar en la prevención de la violencia de género”.
A su vez, la directora de Equidad de Género de la UFRO, Bárbara Eytel Pastor, puntualizó la necesidad de que “la comunidad no solo se informe respecto a qué hacer; sino que también se sensibilice y sepa que las personas que viven violencia de género no pueden estar solas, que debe apoyarlas, brindarles contención, y comprender que éste es un problema estructural que debemos abordar socialmente; y la Universidad también está llamada a hacer ese trabajo. Como Dirección de Equidad de Género, tenemos la gran responsabilidad de apoyar a esas personas, especialmente a las mujeres, para que puedan vivir plenamente y ejercer su derecho a una vida libre de violencia”.