Y no es una preocupación fútil, aseveró el Rector Espinosa: “si observamos en la Educación Básica, las bases curriculares y en la Educación Media los Objetivos Fundamentales y Contenidos Medios, con su último ajuste, y los Estándares Orientadores para las carreras de Pedagogía, la palabra humanismo no aparece por ninguna parte. Sin embargo, esto no significa que no sea el humanismo lo que está en la base intencional de la educación chilena”.
Claramente, agregó, se constata un enfoque humanista. Sin embargo, sostuvo Espinosa, tenemos la sospecha de que el humanismo en el aula está debilitado como consecuencia de la realidad social que vive el país: “Los niveles de desigualdad que experimenta la sociedad chilena han llegado a límites intolerables, y esa desigualdad se expresa en la realidad de las escuelas y liceos de nuestro país”.
En ese contexto, añadió el Rector del Pedagógico, la educación está interviniendo como un instrumento de competitividad y no de colaboración. Por ello, es necesario el protagonismo de los docentes como agentes generadores de cambio social: “tenemos que formar mejor a los profesores, con calidad y compromiso social, de tal modo que ejerzan un liderazgo transformativo en sus comunidades educativas”, insistió.
La primera jornada del congreso contó con la intervención de la Directora del Centro de Estudios Clásicos Giuseppina Grammatico de la UMCE, María Angélica Jofré, quien luego de recibir una cálida ovación de los estudiantes, presentó una completa exposición sobre el indudable aporte de la literatura clásica grecolatina en la enseñanza de la lengua.
'Ante un Quijote mal leído, es preferible un Condorito bien leído'
La conferencia inaugural “La conciencia lingüística en la base de la construcción de mundos”, estuvo a cargo del académico de la Universidad de Chile, Felipe Alliende, quien enfatizó sobre la importancia de la lectura en la formación humana.
Ante el poder del lenguaje escrito, el profesor Alliende señaló que escribir es pura creación y leer es creación: “el autor crea mundos y el lector se apropia de ellos y los transforma en mundos nuevos”.
Los que se restan de la lectura, aseveró el especialista, se marginan de la gran parte de la construcción de mundos, de los más altos y mejores que el hombre puede construir: “esos son los lectores mínimos, cuya conciencia lingüística no se ha desarrollado, contribuyendo a un mundo más chato y sin horizontes”.
Los mínimos, explicó, son personas que han pasado por una escolaridad de seis años, pero que no incorporaron la lectura a sus vidas. Desafortunadamente, agregó, las nuevas redes sociales, han desarrollado en los mínimos una literacidad precaria: “usan la lectura y escritura como modo de comunicación elemental, pero de hecho, no leen de modo auténtico”.
Según el experto, la verdadera lectura supera los límites de la oralidad. Ello ocurre, dijo, cuando  se desarrollan ideas con profundidad, se describen fenómenos en forma concreta y crítica, se llega a un alto grado de abstracción y se supera el concretismo de la vida diaria.
Para Felipe Alliende, resulta imprescindible que los profesores incentiven a sus alumnos a desarrollar el gusto por la lectura. En este sentido, sostuvo que  ante un Quijote mal leído es preferible un Condorito bien leído, si éste impulsa el encanto por la lectura. Por ello, recomendó motivar la superación del minimismo por medio de lectura de variedad de textos, en diversos soportes, situaciones y maneras, e incluso en diversos idiomas.
Los lectores mínimos, añadió, se pierden la principal fuente de desarrollo del lenguaje, como es la lectura, y ésta como expansión de la memoria humana, fomento de la imaginación y la afectividad de las personas y un gran estimulador de procesos de pensamiento.
Nuestro mayor desafío, enfatizó el profesor Alliende, es convertir a los mínimos lectores, en verdaderos lectores: “sólo con un país de lectores, con una nación que lee, nuestra patria podrá superar los grandes pasos que debemos dar para transformarse en una sociedad más justa, más solidaria y más feliz”.
El evento contó además con la presentación de las ponencias “Desocultamiento del humanismo: una reflexión sobre su influjo en la educación”, de Karla Albornoz y Gabriel Martínez (UMCE); “El ser humano: un sujeto que construye identidad a partir de su libertad de decisión”, de Teresa Tejeda (UACh); “El Decamerón: ruptura literaria y apogeo de una nueva concepción humanista”, Cony Villarroel (UACh); “La construcción de la identidad nacional y los textos”, Juan Pablo Garrido (UdeC); y “Comunicación y los actos de habla en el espacio escolar”; Ricardo Cáceres (ARCIS).
La segunda jornada del congreso continuará el martes 26 de noviembre con la conferencia “Reapropiarse del lenguaje: elementos éticos y sociopolíticos de la educación, una mirada al humanismo desde la perspectiva de la Educación para la Participación Activa”, a cargo de Patricio Jeria Soto (UCINF); y las ponencias “De los studia humanitatis a las humanidades digitales”, de Teresa Ayala (académica UMCE); “Contradicciones curriculares en la Enseñanza de la lengua: Educación Básica y media”; Constanza Binimelis (UdeC) y Noelia Godoy (UMCE); “Asedios al humanismo decimonónico”, de Nicolás Fúster (académico UMCE); “Lo escrito v/s lo oral: ¿Lengua en conserva o lengua en movimiento?”, de Cristóbal Arredondo Peña (UMCE); “El discurso femenino omitido: la ausencia de escritoras en los Programas de estudio de Lenguaje y Comunicación de Enseñanza Media”, de Daniela Lillo (UMCE); y “Belleza y la fealdad en artes y cómo estos conceptos se utilizan en la educación”, de Manuel López (UMCE).