Con masiva asistencia de estudiantes, académicos/as, funcionarios/as administrativos/as y egresadas/os, la comunidad universitaria de la UMCE rindió un emotivo homenaje al profesor del Departamento de Formación Pedagógica Andrés Marió Casanova (Q.E.P.D.), destacado docente y referente académico, cuya trayectoria ha dejado una huella profunda en la formación de generaciones de profesionales de la educación.

La ceremonia, realizada en el Salón de Honor de la universidad, fue un espacio de encuentro y reconocimiento que reunió a diversas generaciones que compartieron su experiencia con el profesor Marió. A través de discursos, presentaciones artísticas y testimonios, se destacó su compromiso pedagógico, su calidad humana y su invaluable aporte al desarrollo de la UMCE y de los desafíos educativos del país.

Durante la actividad, autoridades universitarias y colegas, a través de genuinas muestras de cariño y respeto por uno de los docentes más queridos, subrayaron la vocación y dedicación con que el profesor Marió ejerció la docencia y aporte a la acreditación y excelencia en programas de postgrado, así como su rol en la promoción de una educación pública, inclusiva y transformadora. Por su parte, estudiantes y egresadas/os de pregrado y postgrado compartieron palabras de gratitud y admiración, resaltando la cercanía y el impacto que tuvo en sus vidas académicas y personales.

Integridad y compromiso

En representación de la comunidad del Departamento de Formación Pedagógica, unidad a cargo de la realización del acto de homenaje, con notable emoción, su directora Emily Dobbs sostuvo que “nos reunimos con el corazón lleno de tristeza, pero también con un profundo sentido de gratitud por haber tenido la oportunidad de compartir la vida y el trabajo con una persona tan especial como fue nuestro querido profesor Andrés. Su inesperada partida dejó un vacío inmenso en nuestro departamento y en toda la universidad, así lo estamos comprobando con todas las palabras que hemos escuchado ante su pérdida”.

“Andrés fue un ejemplo de compromiso, perseverancia, alegría, transparencia y colaboración. Más allá de lo formal, siempre estuvo dispuesto a dar lo mejor de sí, apoyar a quienes lo rodeaban y enfrentaba cada desafío con una actitud positiva. Su compromiso con su trabajo y con las personas que lo rodeaban era evidente en cada acción, en cada palabra, en cada gesto. Su alegría contagiosa lograba iluminar incluso los días más difíciles y su transparencia nos enseñó la importancia de ser honestos y auténticos en todo momento”, compartió la directora Dobbs.