b postulantes c  b estudiantes c  b egresados c b academicos administrativo
 boton youtube c boton facebook c  boton instagram c boton twitter c

Naturaleza Muerta - Julio Meyer

 

 

 

NATURALEZA MUERTA

Julio Meyer, es un artista que ha tenido dos direcciones en el inicio del camino del arte, la formación y la creación, en algunos momentos fueron paralelos y en otros se cruzaron,  esto no porque se diferenciaran o fuera uno más relevante que el otro, diría más bien que fue la escasez del tesoro más importante de nuestros días, el tiempo, el que le hizo abocarse a la entrega de conocimientos a varias generaciones de estudiantes y no al modelado del grés, la arcilla o la terracota, que es el medio donde su afecto creador fluye como la palabra de un orador  maestro en la retórica. Hoy desde hace ya un tiempo remoto logró que estas dos vías pudieran conjugarse y cual maestro de un jardín hizo arte de su trabajo, haciendo que el ejercicio diario fuera en sí mismo su obra. Al iniciado en las artes de la cerámica, Julio Meyer, le entrega disciplina, orden y reflexión para que luego emprenda viaje con estos instrumentos perennes.

Hago esta mención porque el profesor muchas veces olvida su ser artista y asume la difícil misión de guiar que es tanto o más importante que lograr dar vida al imaginario propio, pero que en casos como el de Julio Meyer uno desearía que estuviera más presente en el medio de la plástica con exposiciones como esta que él ha denominado “Naturaleza muerta” nombre que solo se sostiene porque las referencias o excusas creativas que ha tenido nos pueden dar cierta aproximación en su génesis a la forma modelada, pero que en su proceso deriva a formas orgánicas llenas de vida que forman síntesis acabadas de paisajes o escenarios consistentes, a partir de la representación en un modelado. No hay especulación en la propuesta, las capacidades técnicas en el uso de los pigmentos y óxidos le dan ductibilidad a la obra, no son  meros complementos del modelado, sino que abrazan de manera propia los árboles ficticios, sugieren  referencias a Sélene, crean la consistencia calórica de un ají cacho de cabra, todas  posibilidades que hacen de la obra de Julio Meyer un encuentro con el realismo mágico en que lo sencillo se vuelve un jardín.

 

 

Imágenes