Sala Nemesio Antúnez - "Ensambles Bohemios"
“Germán Arestizábal, ensambles bohemios”
El mundo de Germán Arestizábal, porque más allá de su imaginario plasmado principalmente en la técnica gráfica, es ciertamente un mundo, con sus propias reglas, sus formas de humor, pasión, reproches y desamores que se juntan en una alacena y luego se echan en un centrifuga que sólo él sabe manejar. El lápiz de color ha sido el instrumento principal utilizado en su trayectoria como artista y con el que ha armado esta batahola de personajes del inconsciente colectivo del cine, del jazz, animales y personajes noctámbulos que merodean un lugar incierto ubicado quien sabe dónde. La aplicación de colores sutiles en las figuras y espacios recrean escenas que se interconectan a veces como un relato cortaziano, que se abren y cierran como flashback de una obra vertiginosa. La técnica depurada hasta la perfección, no admite reparos a la hora de la elaboración, si bien la pieza teatral tratada puede rondar el disparate, la conjunción por ejemplo de un lavabo zoomorfo tendrá la delicadeza de una doncella que se hunde en las aguas de un manantial quieto, siempre la maestría estará presente al crear, unir, velar o delinear los detalles como un principio relevante de toda la obra. En esta muestra Arestizábal, se reinventa colorística y conceptualmente, aplica técnicas mixtas y una iconografía que tiene reminiscencias de obras anteriores en que no deja de estar presente el cine y el jazz. Su relato plástico, se hace más complejo, menos literario y con una mayor dosis de ironía, en que nos enfrenta al juego plástico en que se inserta el gato Félix, con iconos como Miles Davis o Marlene Dietrich, golpeando nuestra capacidad lúdica y de remembranza. Los trazos de color son de un grosor que delimita las formas y en otras simplemente las interviene como sugerencias de sombras de tonalidades oscuras que acompañan el reparto iconográfico, limitando la paleta y aumentando los contrastes tonales. Germán Arestizábal estudió arquitectura y diseño, desempeñándose luego como profesor de expresión gráfica, en la Universidad Católica de Valparaíso, y de diseño, en la Universidad de Chile. En la década de los años 80 se reunía junto a escritores e intelectuales en el mítico restaurant “La Unión chica” ubicado en el centro de Santiago, en calle Nueva York, junto a Ramón Díaz Etérovic, Rolando Cárdenas, Aristóteles España, Jorge Teillier, entre otros, animando tertulias de antología. Para Jorge Teillier al que le unió una gran amistad, realizó ilustraciones para sus poemas y los libros “Le petit Teillier illustré” y “Los trenes que no has de beber”. Arestizábal es un artista muy singular de la plástica chilena, de difícil clasificación, que hace muchos años no exponía individualmente en Santiago, ya que se encuentra radicado desde hace un tiempo en la décima región, primero en Chiloé hoy en Valdivia. En este aterrizaje en el Pedagógico nos devela nuevas historias como un Lewis Carrol del siglo XXI, con su sombrero alone y la rebeldía de un Mercury Coupe, ese que llevó al Olimpo a James Dean y que deja huellas de melodías sincopadas de Charlie Parker.
Prof. Jorge Berrios Rodríguez
Coordinador Área de Cultura UMCE
Imágenes
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