Como un sueño largamente abrazado calificó la Rectora de la UMCE, Dra. Elisa Araya Cortez, el inicio del “Diplomado Juego y Psicomotricidad como estrategia de acompañamiento al desarrollo integral de la niñez”, único programa de su especialidad que se imparte en nuestro país.

A cargo del Departamento de Educación Física, Deportes y Recreación (DEFDER) y la Dirección de Educación Continua de la UMCE, este diplomado aborda el juego y la psicomotricidad como herramientas educativas para la construcción progresiva de la autonomía, la identidad, y el bienestar general de niños y niñas, entregando estrategias de observación, planificación e implementación de acciones educativas basadas en la actividad psicomotriz, el juego, la selección de objetos y materiales didácticos, y la habilitación de espacios y/o de salas de psicomotricidad educativa desde un enfoque de derecho y de inclusión.

En la bienvenida a las y los estudiantes, la Rectora de la UMCE y gestora de la iniciativa manifestó su emoción por la concreción del diplomado, pues enfatizó que es el resultado de un trabajo de años que ahora está a disposición de las escuelas.

Hemos preparado, dijo la Rectora, “un programa basado en investigación, análisis y estudios, con bases teóricas y prácticas, que respaldan por qué el juego espontáneo es una herramienta indispensable y ayuda a niños y niñas a realizar un itinerario natural de desarrollo que va a permitir que posteriormente cursen su etapa de escolarización con mayor éxito”.

Hay mucha evidencia, enfatizó la máxima autoridad de la UMCE, desde la neurociencia y la psicología infantil en desarrollo psicomotor, para establecer que el juego es la actividad principal de la primera y la segunda infancia, y que “es la manera privilegiada que tienen los niños y niñas para descubrir el mundo, para interactuar con los objetos, con las personas y con el entorno”.

Recuperar los espacios de juego, añadió la Rectora Elisa Araya, para acompañar la maduración de niños y niñas es muy importante: “primero es la maduración y después el aprendizaje. Suele suceder que tratamos de avanzar aprendizajes y lo que terminamos haciendo es avanzar con fracasos escolares”.

Por el contrario, aseveró, “nosotras/os proponemos recreos más largos, clases más cortas, espacios de juego, pararse a caminar, pausas en las clases y salas bulliciosas donde niños y niñas puedan interactuar”.

Innovación que el sistema educativo requiere

Del mismo modo, el Director del DEFDER, Gonzalo Zapata, destacó que para la UMCE es fundamental estar en contacto con la realidad educativa y seguir el camino histórico de este departamento de 116 años de trayectoria. Nuestra escuela, destacó, “fue la primera en trabajar la motricidad del cuerpo con un fin educativo, y seguimos innovando y a la vanguardia en acciones concretas que impacten en el sistema escolar”.

La coordinadora del Diplomado, Claudia Muñoz, en tanto, sostuvo que este es un espacio que va a permitir a estudiantes formarse en la línea de la psicomotricidad, pero también será un lugar de investigación de este nuevo paradigma tan necesario para cambiar la mirada sobre el ser educador/a.

Buscamos un desarrollo integral, adicionó la académica, por lo que nuestro programa “profundiza los elementos centrales para una comprensión amplia sobre los procesos de neurodesarrollo y desarrollo psico-social de niñas y niños de 0 a 8 años, revisando críticamente la actitud responsiva del adulto y el diálogo tónico emocional que establece con el niño y la niña en el momento de la actividad motriz autónoma, vivenciando el placer del juego y de la experiencia cognitiva corporizada”.

Sala de Psicomotricidad al servicio de la investigación y las comunidades

En la cita, igualmente se inauguró la Sala de Psicomotricidad, espacio contemplado en la propuesta del trabajo que la Rectora Elisa Araya viene desarrollando desde hace unos años y que se plantea como “una herramienta, un dispositivo y una metodología. Es un espacio protegido que nos permite observar y acompañar, así como ayudar a los niños y a las niñas en el pasaje que se produce en distintos momentos de autorregulación, como cuando se da el paso del juego a la calma”, indicó la Rectora.

Una de las grandes fortalezas que tiene la sala, comentó Claudia Muñoz, es que además de permitir vincular a nuestra universidad con distintos centros educativos, permite el desarrollo de todos los objetivos curriculares de enseñanza básica: “es un espacio único de investigación, intervención, de enseñanza y muy constructivo desde el propio niño y niña”.

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