Para aportar en el debate sobre el rol fundamental que tienen educadores/as y familias en la prevención y supervisión del tiempo que niños y niñas pasan frente a pantallas de celular, TV, consolas portátiles y otras, Andrea Alfaro Silva, candidata a doctora del programa de Doctorado en Educación de la UMCE, fue invitada recientemente por la red de colegios Salesianos de Chile para profundizar en el efecto de las pantallas y su impacto en la primera infancia.
En entrevista para el boletín informativo de dicha red de establecimientos, la profesora advirtió que las pantallas afectan el desarrollo cognitivo de los/as niños y niñas porque los/as sumergen en un estado casi hipnótico. Lo que sucede, dijo, “es que las pantallas activan el circuito de recompensa en el cerebro, lo que provoca una alta generación de dopamina, un neurotransmisor que nos permite iniciar actividades, sentir motivación y placer. La descarga de esa dopamina es tan intensa que, una vez que pasa el efecto, los niveles caen y las personas experimentan el efecto contrario como desmotivación, vacío e incluso soledad”.
Según la experta, las pantallas no solo afectan el desarrollo emocional en niños y niñas, sino también “distorsionan su atención, memoria y concentración, lo que impacta negativamente en el desarrollo del lenguaje y comunicación. Aunque hay estudios que sugieren que los/as niños/as pueden estar expuestos a una diversidad de lenguaje a través de las palabras, el aprendizaje ocurre principalmente por imitación, en que entran en juego las neuronas espejo, que son esenciales para que interactúen y aprendan imitando a los demás. Una pantalla nunca podrá ofrecer lo mismo que una interacción humana”, explica.
Respecto al papel que juega la familia en la regulación del acceso a las pantallas, Andrea Alfaro sostiene que la familia debe fomentar la alfabetización digital y, al mismo tiempo, discutir con sus hijos/as los efectos de las pantallas. "Deben explicarles que las imágenes que ven son solo un fragmento de la realidad y que no representan la totalidad de la vida de una persona", indica.
Recomendaciones
En cuanto a las recomendaciones, la estudiante de Doctorado en Educación de la UMCE resalta que “hay que tener cuidado con la prohibición total porque, en el fondo, cuando está prohibido totalmente puede generar más ganas del uso. Lo importante es tener este tipo de conversaciones, que las comunidades debatan en función a sus contextos, a las características de sus estudiantes, de sus familias, y saber qué es lo que opinan las familias, los/as apoderados/as, qué es lo que opinan los/as estudiantes y a qué acuerdos podrían llegar. Es fundamental llegar a acuerdos siempre. Cuando hablamos de normativas escolares es importante llegar a acuerdos porque cuando te imponen algo, el/la estudiante no se hace parte; pero cuando yo, como estudiante y como familia, estoy en esta conversación, estoy en este debate, soy escuchado y escuchada, y cuando tomamos acuerdos, yo me hago cargo de este acuerdo, eso para todo tipo de normativas dentro de la sala de clases”.
Revisa la entrevista completa:
Revista digital: Boletín Salesiano