“Ganar con el cuerpo” fue el nombre que usaron las mujeres que ejercieron el comercio sexual en Chile entre 1896 y 1940 para referirse a la prostitución como medio para ganarse la vida, y es el título del libro que la historiadora, académica y ex alumna del Departamento de Historia de la UMCE, Dra. Ana Galvez Comandini, presentó este jueves en el salón honor de la Universidad.
Editado por LOM, “Ganar con el cuerpo” reúne voces de las propias protagonistas a través de fuentes judiciales, municipales y ministeriales, en una investigación que busca reconstituir a mujeres que construyeron una identidad en el oficio y cómo convivieron con los estigmas sociales y morales asociados a esa identidad, buscando superar la brecha entre agencia y victimismo.
El libro fue presentado por la vocera de Fundación Margen e integrante de la Red de Mujeres trabajadoras sexuales de Latinoamérica y el Caribe, Herminda González, junto a la académica Departamento de Historia de la Universidad Diego Portales, y coordinadora en la zona centro de la Red de Historiadoras Feministas, Hillary Hiner.
En su intervención, Herminda señaló que a pesar de que “muchas familias viven de nuestro trabajo, no se reconoce como trabajo: somos mujeres explotadas, sufridas, que no tenemos derecho a nada. Pero les tengo que decir que las mujeres trabajadoras sexuales tenemos decisión propia, somos mujeres adultas que decidimos ejercer el trabajo sexual”.
Siempre se hacen estudios sobre lo que piensa el otro de nosotras, “pero nunca se sentaron a preguntarnos qué tenemos que decir las trabajadoras sexuales (…) porque les conviene invisibilizar el trabajo sexual”. Y “¿quién es el violador más grande las trabajadoras sexuales?” agregó: “Es la policía, es el Estado, porque no nos reconoce como sujetas de derecho”.
"Hoy me siento orgullosa de quién soy. Nunca estuve en la universidad, no me dieron los medios para llegar, pero a mucha honra digo que tenemos un legado en diferentes espacios internacionales y haciendo historia desde hace mucho con quienes nos antecedieron”, sostuvo.
Hillary Hiner comentó a su vez desde un punto de vista historiográfico y político la relevancia de este libro en la historia de las mujeres y en la historiografía feminista, y reconoció que aunque hoy está un poco más presente el trabajo sexual en la academia, “durante mucho tiempo estuvo para nada presente y ha sido un tema complejo de trabajar incluso para corrientes feministas anti trabajo sexual, y con una perspectiva bien cerrada al respecto, por lo que ha sido bien difícil plantear estudios de esta envergadura”.
Este libro, aseguró, “es una contribución muy importante dentro de la historiografía feminista, de las mujeres, de género e incluso de sexualidades y con fuentes muy diversas, que hablan de esta necesidad de ver entre líneas, porque en muchos casos estamos hablando de mujeres populares que de por sí son difíciles de encontrar en archivos y, en este caso, aún más. Hay archivos judiciales, también hay prensa, prensa feminista y fuentes muy ricas en términos de estudio cultural: novelas, poesías, que entrega un panorama mucho más completo del trabajo sexual”, aseguró.
La autora agradeció ambas presentaciones señalando que su contribución “ha sido muy importante en este proceso para ir entendiendo las dinámicas del trabajo sexual y del comercio sexual en el pasado y en el presente”.
Este libro, añadió, fue construido a partir de una tesis de Doctorado que dirigió el profesor Julio Pinto y “su título surge de las palabras de las mismas trabajadoras sexuales y cómo definían su comercio sexual y cómo se percibían a sí mismas sobre todo ante Tribunales de Justicia. (…) Las mujeres populares suelen dejar pocos registro histórico de primera fuente y tenemos que salir a buscarlas en documentos y archivos que son estatistas o estatales. Ahí las encontré en los archivos judiciales y declarando sus experiencias de vida, cotidianeidad. Esa es la riqueza que comencé a rescatar en este texto”.
Este trabajo se ha propuesto evidenciar históricamente que la prostitución, en el contexto de la «cuestión social», se presentó como una opción laboral para muchas mujeres jóvenes: “este libro da testimonio de vínculos que establecen mujeres que trabajaban en burdeles dela época, cómo se relacionaban entre ellas, o con las comunidades”.
El libro está disponible en LOM y en las principales librerías.