La Comunidad de la Universidad Metropolitana de Ciencias de la Educación (UMCE) reunida en asamblea con participación triestamental, convocada por la ADAC, APROTEC, ANFUMCE, SHUMCE y estudiantes autoconvocados, expresa su profunda preocupación por la crisis que vive el país, como consecuencia del alto grado de desigualdad, privilegios y abuso de la clase dominante y la elite política, quienes mantuvieron el modelo económico impuesto en dictadura.
Realizamos un llamado a las instituciones de Educación Superior y a todas las instituciones, gremios, organizaciones y personas que desarrollan su trabajo en el ámbito educativo a estar alertas y comprometerse con las transformaciones que está demandando el movimiento social, iniciado por los estudiantes secundarios.
Como comunidad triestamental de la UMCE manifestamos nuestro total y categórico rechazo a:
1. La situación de restricción a la democracia en nuestro país, reflejada en las medidas de Estado de Emergencia y Toque de Queda impuestas por el Gobierno. Estas medidas fracturan la convivencia democrática, generan un clima de incertidumbre, legitiman la represión y la violación de los derechos humanos. Estas acciones han puesto en peligro la vida del pueblo que habita nuestro territorio, a la fecha con más de una decena ciudadanas y ciudadanos muertos, heridos de gravedad, detenciones ilegales y abuso sexual. La democracia está en riesgo, Chile y el Pedagógico ya conocen y tienen memoria histórica sobre las consecuencias del ejercicio de la violencia de Estado.
2. La situación de emergencia que nos ha impuesto el gobierno; la presencia de los militares en las calles, lo cual que no garantizan el derecho a la educación de miles de niños, niñas, jóvenes y adolescentes de nuestro país.
3. El abandono sostenido e intencionado a las Universidades del Estado, limitando el acceso a la educación, precarizando sus condiciones de funcionamiento, reflejado en la inestabilidad laboral, limitación en su desarrollo, restricciones en su financiamiento, administración y gestión.
4. La obligación de someternos a un modelo educativo mercantil, centrado en la competencia, que a su vez produce y reproduce las condiciones de vida actuales bajo el modelo capitalista en su fase neoliberal.
En consecuencia, de lo anterior exigimos,
1. El término del Estado de Emergencia, lo que conlleva al retiro de las Fuerzas Armadas de las calles y el restablecimiento de las libertades ciudadanas.
2. Una Asamblea Constituyente gestionada desde las comunidades en los diferentes territorios, como un proceso de debate desde bases que deliberen sobre las transformaciones estructurales, no solo en lo económico sino también en lo institucional.
3. La resignificación de la Educación Pública, que responda a las necesidades de las comunidades (con un enfoque en el desarrollo de la condición humana, no sexista, inclusiva, emancipadora) y no en las necesidades del mercado (evaluaciones estandarizadas SIMCE, PSU, entre otras).
4. La restitución del rol de las Universidades del Estado acompañando los procesos sociales desde una perspectiva transformadora para la equidad, igualdad y justicia social.
Nuestra comunidad universitaria, históricamente, ha estado comprometida con la formación de profesionales transformadores de una sociedad más justa, solidaria y fraterna, donde la participación democrática sea el principal medio para la construcción y el desarrollo del país. Como parte de esta sociedad postergada, adherimos plenamente a las demandas que el movimiento social está estableciendo, por lo que invitamos a organizarse y a participar de este proceso de transformación.
Santiago, 25 de octubre de 2019
