En su ponencia "Valentín Letelier y la construcción del sistema educacional en Chile", el Dr. José Michel destacó la modernización de los planes de estudio: “con la introducción del sistema concéntrico, que reemplazó el antiguo, y, que correspondería al actual diseño curricular, por el agrupar los ramos que pertenecían a un mismo orden de conocimientos, de manera que su estudio empezara en el primer año y continuara en su desarrollo comprensivo hasta el sexto, y todo adaptado a las facultades mentales del estudiante”.
Cabe destacar que Letelier fue uno de los férreos impulsores de la fundación del Instituto Pedagógico, de la cual es heredera la UMCE. “A este plantel iban a preparase profesores para todos los ramos que constituían la enseñanza impartida en los liceos la cual acababa de ser reformada. Los promotores esperaban que contribuyese a diseminar los valores científicos hacia la sociedad chilena para impulsar la armonía social, ayudar a resolver los problemas del país y colocarlo en la senda del progreso”.
Otros de los grandes aportes mencionados por el profesor Michel fue la educación de la mujer: “Letelier había sostenido que la enseñanza de la mujer debía organizarse y desenvolverse y encaminarse hacia la misma a finalidad social que el hombre y que debía ser bajo la dirección del Estado y en equivalentes condiciones al hombre”.
También recalcó el valor de lo público ya defendido por Letelier, de quien citó: “La Enseñanza pública, pagada por el estado, era aquella que partía del principio de que lo público, era lo común, lo que concernía a todos, lo justo, y, además, al no ser pagada, permitía a aquellos que no tenía recursos materiales, dinero, su acceso en igualdad de condiciones que era, por lo demás, la mayoría de la población. La educación pública universal permitía el desarrollo de un espíritu cívico en el cual los habitantes del país tenían conciencia de sus derechos y deberes de una sociedad democrática”.
Letelier, en forma sistemática, formuló la teoría del Estado docente. En un discurso de 1888, en la Universidad de Chile, afirmó que “la educación no puede ser universal si no es pública, ni puede ser pública sino allí donde las tendencias democráticas del pueblo la imponen a las potestades. ‘Es tan absurdo entregar a la iniciativa particular la administración de la justicia como entregarle la administración de la enseñanza’”.
A juicio del profesor Michel, Letelier concebía la educación como una función social, y en eso se anticipa a Dewey y los pedagogos norteamericanos de comienzos de este siglo. Reclamaba la urgencia de desarrollar al máximum compatible con nuestro estado cultural, la educación primaria, y preconizaba en la secundaria una correlación tal de estudios que permitiera al adolescente formarse un sistema organizado de ideas un criterio moral superior y un sentido claro de sus responsabilidades sociales.
