La iniciativa, apoyada por la Dirección de Extensión a través de su Concurso de Proyectos, tuvo entre sus objetivos “retroalimentar la formación a partir de lo que profesionales del sistema nos pueda aportar, confrontar las actuales políticas desde el Ministerio con los que nosotros vemos como formación y recibir de parte de ellos cómo perciben su propia formación actual, dado el contexto nacional”, explicó la académica Ángela Soteras, coordinadora del proyecto.
Al inaugurar el encuentro, la decana de la Facultad de Filosofía y Educación, Ana María Figueroa, destacó su relevancia: “cuando uno realiza procesos de reflexión puede efectuar evaluaciones, miradas proyectivas y particularmente tomar decisiones que permitan la mejora. Pero si este proceso se realiza considerando la participación de personas del Ministerio de Educación, que tienen una óptica, estudiantes en formación, profesores que participan de este proceso de formación y los profesionales de la educación que están en estos contextos, creo que el encuentro y la reflexión adquiere otro carácter”.
Además de la riqueza del proceso de reflexión, agregó, “es ahí donde uno intersecta el desempeño profesional con las demandas actuales del sistema educativo y esas demandas tienen que ver con lograr buenos proyectos de integración escolar, hacer efectiva la inclusión nos hace dialogar con cómo mejoramos la formación inicial”.
Estas experiencias, concluyó, “nos permiten avanzar en cómo es posible tener insumos para abordar de mejor manera, formar y contribuir a tener los mejores profesores que el país necesita”.
Entre sus expositores, Débora Barrera, de la Unidad de Ecuación Especial del Ministerio de Educación, y ex alumna de la UMCE presentó en qué está la educación especial hoy, señalando que “se encuentra en una fase de actualización de la política de educación especial”.
En la recién promulgada Ley de Inclusión, dijo, “está este artículo que define a grandes rasgos lo que el Ministerio va a empezar a esbozar como inclusión y que dice: ‘el sistema propenderá a eliminar todas las formas de discriminación y barreras que impiden el aprendizaje y participación de los y las estudiantes sin importar sus particularidades y diferencias socioeconómicas, culturales, étnicas, de género, nacionalidad, religión, habilidades o necesidades educativas. Asimismo, el sistema propiciará que los establecimientos educativos sean un lugar de encuentro entre los y las estudiantes de distintas condiciones socioeconómicas, culturales, étnicas, de nacionalidad o religión’”.
Este artículo, añadió, “ya en Temuco tenemos la primera judicialización ganada por una familia a un colegio por no exclusión o no discriminación” y es “la punta de lanza de todo lo que hay que hacer en este proceso (…) estamos transitando hacia la inclusión. Un país no se puede definir de un día para otro o por una ley que se aprueba”, señaló.
Durante la reunión, también fueron presentados aspectos relacionados con la formación docente en educación especial, el desempeño del profesional docente en el contexto actual, así como propuestas de innovación desarrolladas en la comuna de Providencia y de prácticas docentes colaborativas en las carreras de Educación Básica, Parvularia y Diferencial en la UMCE.
